La espalda trae de cabeza a Tiger

Las alarmas han saltado sobre el estado de salud de Tiger Woods. El estadounidense, de 38 años, anunció este martes que no jugará a partir del jueves el Arnold Palmer Invitational debido a su lesión de espalda, y dejó en el aire que pueda estar listo para el primer grande de la temporada, el Masters de Augusta, del 10 al 13 de abril. “He llamado personalmente a Arnold para decirle que no podré jugar su torneo este año. Los espasmos y el dolor de espalda no han remitido. Es demasiado pronto para hablar del Masters. Continuaré siendo evaluado y trabajaré con los médicos”, explicó El Tigre.

He llamado a Arnold para decirle que no podré jugar su torneo este año. Los espasmos y el dolor de espalda no han remitido

El ganador de 14 grandes (a cuatro de Jack Nicklaus) se retiró a principios de mes en la última jornada del Honda Classic por un pinzamiento de espalda. La semana siguiente disputó el Cadillac World Golf Championship, pero llegó mermado a la cuarta ronda y vio coronarse a Patrick Reed. Ahora ni siquiera se probará en el Arnold Palmer, su último torneo previsto antes del Masters y el campeonato que ha ganado en ocho ocasiones —buscaba el récord: nadie en el PGA Tour ha vencido un torneo nueve veces—. Su triunfo en Bay Hill el año pasado tuvo un sabor muy especial, pues le permitió recuperar el número uno mundial. Esta vez simboliza todo lo contrario, los achaques de un titán que tiene en la espalda su punto débil -producto seguramente de su postura forzada en algunos movimientos debido a sus problemas en la rodilla izquierda: para no lastimarla ha cargado el peso en otra parte del cuerpo-.

Si llega recuperado a Augusta, Tiger buscará su quinta chaqueta verde sin haber jugado ningún torneo en un mes y sin ninguna victoria en este año. Nunca en sus cuatro victorias anteriores (1997, 2001, 2002 y 2005) llegó a Augusta sin ningún triunfo en la temporada.