Un revulsivo para reflotar el waterpolo español
El reto del nuevo seleccionador, Gaby Hernández, es devolver a España a los podios a los que no sube desde el Mundial de 2009
Carácter. Ese es el rasgo de Gaby Hernández que destacan quienes mejor le conocen. Es el nuevo seleccionador español de waterpolo. Ha debutado con dos contundentes triunfos ante Ucrania (5-17 y 25-6) que certifican la clasificación de España para el Europeo de Budapest en julio. Tras nueve años como seleccionador, Rafa Aguilar, que seguirá como director técnico, nombró a Gaby como su sucesor, en un intento de reflotar a una selección que ha dejado de visitar el podio desde que obtuvo la medalla de plata en el Mundial de Roma en 2009.
El golpe más duro fue el quinto puesto en el Mundial de Barcelona el año pasado. Las derrotas afectaron a la moral y a la convivencia del grupo. Surgieron algunos problemas entre los jugadores y entre estos y la directiva. Dos veteranos, Guillermo Molina y Xavi García, exigieron cambios en el mando del equipo.
“Mucha ambición, trabajo y sacrificio”, son los ingredientes de los que habla Gaby para recuperar el nivel. “Habrá que ver dónde nos lleva el destino, voy a poner el listón muy alto”. No quiere pensar todavía en los Juegos de Río de Janeiro en 2016, aunque conviene: “Es lo que marca nuestro presente y nuestro futuro”.
Aguilar justifica el relevo de seleccionador: “Estamos a dos años de los Juegos. Disponemos del tiempo necesario para aplicar los cambios introducidos. El alto rendimiento siempre comporta tensiones y estas se han de solucionar pensando siempre en el grupo”. Alaba a Gaby: “Es el revulsivo que el equipo necesita, es una persona muy positiva y muy competitiva. Posee el temperamento y el carácter necesarios para realizar un buen trabajo. Una de las ventajas de la elección es que ahorramos en conocimientos”, dice. El nuevo seleccionador fue un destacado jugador de una de las épocas doradas del waterpolo español y, entre otro logros, marcó tres de los cuatro goles que le dieron la victoria a España en la final del Mundial de Fukuoka en 2001.
Gaby empezó a jugar, con 11 años, en el club de su barrio, la Unió Esportiva d’Horta. Militó en clubes punteros como el CN Atlètic Barceloneta, el CN Sabadell, el Pescara italiano, el Spandau 04 alemán o el Canoe. Ha ganado ocho Ligas de España, cinco Copas, una Supercopa de España, una Liga y una Copa de Alemania y una Copa LEN. Su experiencia más sorprendente se produjo en 2008. Fichó por el Khobar, un equipo de Arabia Saudí, en el que, para su sorpresa, no podía ducharse desnudo. Una de las muchas costumbres árabes a las que tuvo que acostumbrarse.
Su trayectoria como entrenador es corta (empezó a dirigir al CN Sabadell en 2011), pero también muy exitosa. En su primer año, ganó la Copa y, en el segundo año, la Supercopa, derrotando al todopoderoso CN Atlètic Barceloneta, el club que llevaba seis años seguidos como campeón y que domina el waterpolo nacional. A pesar de los éxitos, la directiva del CN Sabadell decidió relevarle. “Me he sentido solo durante estas dos temporadas, no ha sido fácil trabajar en el CN Sabadell”, afirmó entonces. “El panorama es decepcionante y no solo por la crisis económica, sino por la mentalidad general. Se ha perdido competitividad en los despachos”.
Una de las personas que mejor conoce al nuevo seleccionador es Sergi Pedrerol. “Es muy competitivo”, le define su excompañero en la selección. “En cualquier entrenamiento o partido daba el 100% y animaba a los demás para que también dieran el máximo. Como jugador ha demostrado ser uno de los mejores del mundo. En este aspecto, el respeto de los jugadores ya lo tiene. Es un entrenador relativamente joven que tiene buena relación con los jugadores y los conoce a la perfección ya que hace cuatro días estaba en su mismo lugar”, advierte Pedrerol. “Tiene mucho carácter, un carácter ganador y los cambios siempre son positivos, sobre todo cuando son consensuados, como es el caso”.
Gaby ha decidido contar para la selección con una mezcla de veteranos como Molina, Pinedo, Sziramyi, Aguilar, García, Español y Minguell y jóvenes como los hermanos Bustos, De Toro, Lorrio, Barroso, Fenoy, De Lera, Estrany, Munarriz, Matoso o Larumbe. El objetivo, volver al podio de una gran competición internacional cinco años después.
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