Herrera paga el vodevil
El Zaragoza, a dos puntos del descenso tras siete jornadas sin ganar, destituye a su técnico tras un curso marcado por el caos
Este lunes se cumplían 10 años del triunfo del Zaragoza ante el Madrid Galáctico en la final de la Copa del Rey de 2004 en Monjuïc, el penúltimo título del club maño (con Milito, Movilla, Cani, Savio, Galleti y Villa en sus filas), que unos meses después redondearían con la consecución de la Supercopa de España. Lejos de aniversarios y tras una vertiginosa caída institucional y deportiva, en La Romareda se anunció ayer la destitución de Paco Herrera con el equipo a tan solo dos puntos de los puestos de descenso a Segunda B.
El director general del club, Jesús García Pitarch, y el secretario técnico, Moisés García León, certificaron el despido de Herrera tras la derrota en El Toralín ante la Ponferradina (4-2). Era la séptima jornada consecutiva sin ganar del Zaragoza que, con tres puntos de los últimos 21 posibles, se acerca al abismo tras haber concluido la primera vuelta cuarto, empatado con el tercero (Eibar) y a un solo punto de la zona de ascenso directo. Ahora es 12º. Caía el noveno entrenador en los ocho años de Agapito Iglesias al frente del club.
La funesta gestión del empresario soriano comenzó en mayo de 2006, cuando el entonces presidente Alfonso Solans le vendió sus acciones (94% del club). En su primer año, con Víctor Fernández en el banquillo, logró una plaza para disputar la Copa de la UEFA, pero a partir de ahí comenzaron los despropósitos. En 2008, pese a contar con la plantilla más cara de su historia con jugadores como Aimar, Oliveira, Gabi o Ayala, el equipo descendió a Segunda tras una temporada en la que desfilaron cuatro entrenadores (Víctor Fernández, Garitano, Irureta y Manolo Villanova).
El club solo estuvo un año en el pozo de Segunda, pero tras cuatro temporadas deambulando con más pena que gloria en la cornisa de Primera (con alguna salvación milagrosa como la que protagonizó Manolo Jiménez en 2012cuando cogió al equipo a 12 puntos de la permanencia y lo rescató con 33 puntos en 22 partidos), el curso pasado se consumó el segundo descenso en siete años. El segundo descenso de Agapito, que llegó a congregar en 2012 a 15.000 personas en una manifestación contra su gestión antes de desaparecer de la primera línea por aclamación popular.
Tras haber sido imputado en varios casos por cometer presuntas irregularidades a través de su empresa Codesport en distintas obras de la ciudad, Iglesias parece decidido a dejar el club rebajando considerablemente sus pretensiones iniciales de venta, con García Pitarch como principal candidato a la compra. Pero el vodevil no parece tener fin. El Zaragoza, tras pasar por un proceso concursal, sigue teniendo una deuda que ronda los 113 millones de euros. Mientras, la convulsa situación institucional amenaza con arrastrar a un equipo que se mueve en el fango y acumula polémicas. La decisión de García Pitarch de no contar con José Mari, Paredes y Movilla, los enfrentamientos del director general con estos jugadores y su posterior despido, la intromisión de Moisés en la parcela del entrenador y la pésima secuencia de resultados se han llevado ya por delante a Paco Herrera (el técnico del filial, Emilio Larraz, le sustituirá) y amenazan con arrastrar a un histórico a Segunda B.
El próximo domingo, a las 12.00, visita La Romareda el Deportivo. Con el ascenso en la lejanía y el descenso en los talones.
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