Pullen y Oleson redondean la fiesta de Navarro ante el Olympiacos

El juego y la eficacia del Barcelona se han disparado y el Palau Blaugrana ha pasado de los chascos y las contrariedades a la fiesta continua con la que se premian las exhibiciones de un equipo decididamente transfigurado, como demostró de nuevo ante un correoso pero limitado Olympiacos.

Los desastres ante el Nanterre o el Obradoiro parecen ahora una pesadilla ilusoria, antediluviana. Rivales que no hace tanto eran capaces de descomponer y llenar de dudas al equipo de Xavi Pascual, son devastados ahora por una tropa inspirada y en racha. Y con muchos baluartes, desde Marcelinho a Tomic, pasando por Oleson, Lorbek, hasta llegar al último fenómeno, el barbudo Pullen.

No le faltaron dificultades al Barcelona frente a un Olympiacos que presionó a fondo y movió el balón con paciencia y casi siempre acierto mientras que se mantuvo físicamente al máximo. No pareció durante dos primeros cuartos que le faltaran sus dos mejores jugadores, Spanoulis y Printezis, que se quedaron en Atenas, lesionados. Liderados por sus interiores estadounidenses, Dunston y Petway, el Olympiacos se sintió cómodo en el vaivén de rachas.

El Barcelona, de la mano de Marcelinho y Tomic, fue dominando y siendo dominado hasta el minuto 23, tras una entrada en ignición de Lojeski (35-37). Dunston recibió un golpe involuntario de Tomic. El jugador estadounidense tuvo que retirarse durante varios minutos mientras le cosían la brecha en la frente. Solo le faltó eso al Olympiacos, que acabó de perder pie.

El equipo griego pagó el sobre esfuerzo que exigía su planteamiento y las ráfagas de acierto de Pullen, que tras su exhibición con 42 puntos y 12 triples en Valladolid hizo vibrar al Palau con otro par de triples espectaculares, y Oleson, que anotó cuatro triples en la segunda parte. Entre ambos, y junto a Tomic, Lorbek y Marcelinho, redondearon la fiesta de Navarro, que superó a Papaloukas, y con 253 partidos es el jugador que mas veces ha comparecido en las citas de la Euroliga.