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Aduriz se enmienda a tiempo

El punta del Athletic falla un penalti en la primera mitad y luego anota el empate en el 82 ante un Villarreal con 10 jugadores

Aduriz y Musacchio pugnan por el balón
Aduriz y Musacchio pugnan por el balónDIARIO AS

En un cuerpo a cuerpo con más tensión que fútbol, el Athletic logró un empate con mucho esfuerzo y beneficiado por la superioridad numérica que tuvo durante la última media hora de juego tras la expulsión de Gabriel. En la primera mitad, Asenjo detuvo un penalti a Aduriz que supo enmendar su error en los últimos minutos del partido con un cabezazo en suspensión marca de la casa. El conjunto de Valverde que no renuncia a nada, mantiene las distancias con los puestos de Champions y deja con pocas opciones a un Villarreal que vendió caro el punto, lastrado por la expulsión del central brasileño, superior en la primera mitad a un Athletic que no se sintió cómodo.

El Athletic salió con su once de memoria, el Villarreal con todos sus jugadores disponibles. Calidad había de sobra en El Madrigal. Marcelino recuperaba a Cani tras tres meses de ausencia y apenas unos minutos disputados en Granada. Junto a Bruno y Óliver Torres el Villarreal se aseguraba tacto y precisión con el esférico de no ser porque enfrente se encontraba un Athletic con un centro del campo que asegura buen toque y garantiza trabajo.

VILLARREAL, 1 - ATHLETIC, 1

Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel, Jokic; Pina, Bruno, Cani (Aquino, m. 60), Óliver Torres (Jaume Costa, m. 75); Uche (Pantic, m. 66) y Giovani. No utilizados: Juan Carlos; Trigueros, Jonathan Pereira y Perbet.

Athletic: Iraizoz; De Marcos (Iraola, m. 76), Gurpegi, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico (Toquero, m. 73), Ander Herrera (Beñat, m. 80); Susaeta, Aduriz y Muniain. No utilizados: Herrerín; San José, Erik Morán y Guillermo.

Goles: 1-0. M. 47. Pina. 1-1. M. 82. Aduriz.

Árbitro: González González. Expulsó por doble tarjeta amarilla a Gabriel (m. 66). Amonestó a Jokic, Adurizy Gurpegi.

Unos 17.000 espectadores en el estadio de El Madrigal.

Así pues, se intuía un partido sin dueño, de alternancias, por más que el juego se desarrollase más tiempo en la parcela vasca. Tampoco le importaba al Athletic, capaz de plantarse en el área de Asenjo con muy pocos pases, vertical como es en muchas ocasiones. La presencia de Cani intimidaba más de la cuenta a De Marcos, perdido en el lateral derecho, incapaz de descifrar si el centrocampista aragonés saldría con una finta o un pase cuando se encontraran. Y las dos primeras ocasiones amarillas llegaron por el costado derecho que defendía apuradamente De Marcos. Una apertura de Cani a Jokic propició un fallido remate de Uche de cabeza. El segundo aviso, de nuevo con Cani como protagonista, lo finalizó Óliver Torres con un disparo desde la frontal del área.

El Villarreal hizo saber al Athletic que le tenía ganas, que iba a tener que sudar cada disputa, que necesitaba la victoria que le diera opciones de pelear la plaza de Liga de Campeones que también defiende el grupo que ha potenciado Valverde desde la dirección. Y tardó al Athletic en pronunciarse. Y su primer remate ya en el minuto 37 a punto de estuvo de encontrar el gol. Un chut de Ander Herrera rebotó en un defensor amarillo y Asenjo con apuros rectificó a tiempo. Y tras el saque de esquina el árbitro vio la mano de Gabriel en el despeje y no así el leve empujón de Laporte al propio central brasileño. Y se extendió la protesta en el Villarreal en sintonía con muchos clubes de la Liga, que entienden que al Athletic le suman tanto sus merecimientos como la bendición arbitral. Y Asenjo paro el penalti a Aduriz, como hiciera tres semanas atrás a Sergio García en Cornellá-el Prat. Al encuentro que estaba disputado y vivo, se añadió nervio y tensión.

Añadió voltaje el Villarreal tras el receso Y en la primera acción cantó bingo tras una internada de Óliver Torres que asistió a Pina para que marcara a placer. Al Athletic ya no le valía solo con ser solidario y contener al rival. Necesitaba dar un paso adelante y lo dio. Despertó el conjunto de Valverde y los papeles se intercambiaron. Al Villarreal le tocaba hacerse fuerte y buscar las contras. El partido se le iba a hacer largo a los de Marcelino. Más aún tras la expulsión de Gabriel a falta de media hora para concluir el encuentro. Y de nuevo El Madrigal alzó el grito con la decisión arbitral. Desfondados Cani y Óliver Torres que fueron sustituidos, al Villarreal le tocaba resistir. Sin energía en los últimos minutos el Athletic alcanzó el empate a falta de ocho minutos en un remate precioso de cabeza de Aduriz que enmendó su penalti fallado y que le sirve al equipo de Valverde para mantener con comodidad la plaza de Liga de Campeones.

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