Grant Dalton, fanfarrón e incombustible
Con seis Vueltas al Mundo a sus espaldas, el navegante neozelandés, ganador en 1994, se ha aliado con el proyecto español de Pedro Campos y el 'Team Telefónica' para la edición de 2014
La figura de Grant Dalton (Auckland, 1957) no deja indiferente a nadie. Idolatrado por unos y rechazado por otros, el neozelandés es uno de esos personajes que se mueve en los extremos. Socarrón, altanero y tipo duro, también es uno de los hombres más respetados sobre una cubierta. Uno de los navegantes que mejor descifra los códigos que rigen sobre un barco. No en vano, le avalan un rosario de victorias e infinidad de millas a sus espaldas. Hijo de la extraordinaria camada marítima que aporta generación tras generación de Nueva Zelanda a la vela, es uno de los marineros más experimentados en la alta competición. Un símbolo en su país. Un líder natural, en el fondo y en la forma, que presume —en el sentido estricto de la palabra— de haber dado seis veces la Vuelta al Mundo sobre el agua.
Amante del motor y la Fórmula 1, evita la presencia de mujeres a bordo porque “traen mala suerte”
La primera vez lo hizo en 1981. “Tenía 22 años, ninguna atadura y ganas de sentirme libre. No tenía nada de lo qué preocuparme”, recuerda. Siendo un joven bravucón, entonces, se subió a lomos del Flyer II, patroneado por Conny van Rietschoten. En esa travesía decubrió la dureza del mar, la magnitud de la “regata por la que se calibran todas las regatas del mundo”. Saboreó el triunfo y en esa senda, la de la victoria, se topó con su compatriota Peter Blake. Otra insignia de la navegación. Con él se alió en su segunda participación, en la edición de 1985-1986, a bordo del Lion New Zealand. Y con él se mediría cara a cara en la siguiente, en la 1989-1990, ya como capitán el Fisher & Paykel. Ambos mantuvieron un pulso de titanes que finalmente se adjudicó Blake.
Pero cuatro años más tarde, en los albores de la navegación moderna y con los nuevos 60s que desbancaron a los maxis, el impetuoso Dalton revirtió la situación y cruzó como vencedor la meta de Southampton. El dominio del NZ Endeavour fue incontestable. Se adjudicó, con el neozelandés al mando, cuatro de las seis etapas de aquella edición. Había llegado un cambio de orden. Incombustible, Dalton aún participaría dos veces más: en la 1997-1998, con el Merit Cup, y en la 2001-2002, al frente del Amer Sports One. No logró ningún laurel, pero para entonces ya se había transformado en uno de los personajes más emblemáticos de la regata transoceánica. “Se convierte en una pasión. ¿Por qué hacerlo tantas veces? Una vez que entras en juego, el objetivo es la victoria. Y si la ganas una vez, quieres ganarla una segunda. Si terminas segundo, tienes que hacerla otra vez”, dice.
Se alió con el Team Telefónica de Pedro Campos para la próxima edición. Un acuerdo histórico que unirá a España y Nueva Zelanda
Nunca pasó desapercibido Dalton, un hombre que adora la adrenalina y la velocidad, el vértigo de un velero al límite y la potencia de los fórmula 1 y el motor, su otra afición. Fue padre en mitad de una regata, como Magnus Olsson, Joca Signorini o Rick Deppe. Supersticioso —evita la presencia de mujeres a bordo porque “traen mala suerte”,esgrime— es también un fanfarrón. En 2002, prometió recorrer desnudo las calles de Auckland con una piña en el trasero si las chicas del Amer Sport Too ganaban a los chicos en alguna etapa. Y así ocurrió. Dalton agachó la cabeza, pero echó marcha atrás y no cumplió.
Desde entonces, Dalton fue reclutado por el Team New Zealand para revitalizar al equipo neozelandés. Como director elevó dos veces la Copa Louis Vuitton (2007 y 2010), aunque sufrió un revés en la Copa América 2013, en la que fue volteado por el Oracle estadounidense tras dilapidar una renta de 1 a 8 a su favor. Antes, había dirigido al equipo en la Volvo Ocean Race 2011-2012. El Camper Team New Zealand concluyó segundo, con Chris Nicholson como patrón y él como jefe de operaciones. Intentará sacarse la espina del segundo escalón en la próxima aventura. Para ello, el pasado 6 de marzo anunció su alianza con el Team Telefónica de Pedro Campos. Un acuerdo histórico que unirá a España y Nueva Zelanda. Una unión que nos permitirá conocer un poco más de cerca a Dalton, el tipo rudo de la vela.
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