Brasil, héroe antes de tiempo
Campeones históricos dicen que la aplastante victoria sobre España en la Copa Confederaciones puede ser perjudicial para la selección 'canarinha'
Campeones mundiales con la selección brasileña temen que la arrolladora victoria contra España en la Copa Confederaciones (3-0) el verano pasado pueda interferir en su rendimiento del Mundial. Dos defensores de esa tesis son Tostão, campeón en 1970, y Mauro Silva, que levantó el trofeo en 1994.
“Brasil se convirtió en héroe antes de tiempo. Si hubiéramos tenido un juego igual, más a la par, contra España, la euforia sería menor”, alerta Tostão. Para el exjugador y comentarista deportivo, Brasil tendrá que tomar un cuidado extremo para no ser prepotente ante los otros equipos.
“Quien venía jugando el mejor fútbol los últimos tiempos era España. Después de aquella victoria lo que puede quedar en la cabeza de los futbolistas es el siguiente mensaje: ‘Si hicimos eso con España, podemos hacerlo con cualquiera’. Felipão va a tener que saber trabajar eso en la cabeza de los jugadores”, dice Tostão.
Para Mauro Silva los momentos de euforia son los peores para los jugadores. “En el momento en el que bajas la guardia es cuando recibes el golpe”, afirma. Según Silva, a veces, es mejor jugar con la desconfianza del aficionado, como ocurrió en el Mundial de 1994 y en la Copa Confederaciones del año pasado, que con exceso de confianza. “Soy optimista, pero lo sería más si el Mundial fuera un mes después de la Copa Confederaciones. En un año cambian muchas cosas en el fútbol. Todo el mundo sabe cómo juega Brasil y va a querer derrotarlo más que nunca”, afirma.
Además de la posible suficiencia, la superstición también puede influir en el resultado de la final en el Maracaná, el 13 de julio. Dos supersticiones juegan contra La Canarinha. La primera es el recuerdo del Maracanazo, cuando Brasil perdió la final del Mundial de 1950, en casa, contra Uruguay. La otra es que nunca un campeón de la Copa Confederaciones ha levantado el trofeo del Mundial siguiente. La propia selección brasileña venció en 1997, pero perdió la final del Mundial contra Francia, su anfitriona, en 1998. En 2005 y 2009 consiguieron otras dos victorias, pero los campeones en 2006 y 2010 fueron Italia y España.
Brasil fue héroe antes de tiempo. Si hubiéramos tenido un juego igual, más a la par, contra España, la euforia sería menor Tostão, excentral, campeón en 1970
Otros favoritos
Como ningún equipo es imbatible, los campeones que conversaron con este periódico apuntaron quiénes son los otros favoritos para levantar la Copa este año, además de Brasil y España. Lo que pesa a favor de los españoles, en la opinión de los veteranos, es el trabajo en conjunto y en el medio campo, donde la mayoría de los jugadores tiene calidad en la salida de balón y llegan bien al ataque.
“Ese medio campo de España es mortal. Controla el juego y no deja al adversario mostrar la garra. Lo que necesitan mejorar es el ataque. Para Tostão, el fútbol está pasando por un periodo en el que resulta difícil encontrar un buen delantero. El mejor en este momento, según el exjugador, no estará en el Mundial de Brasil, el sueco Ibrahimovic.
El punto favorable para Alemania es la jovialidad del equipo y el encaje. “Ellos se conocen bien y son bastante ofensivos. Es un equipo muy rápido y peligroso”, dice Mauro Silva.
Soy optimista, pero lo sería más si el Mundial fuese un mes después de la Copa de Confederaciones Mauro Silva, exmedio campista, campeón en 1994
Argentina, cuenta con la estrella soberana del Barça, Lionel Messi. “Él desequilibra. Si le marcan individualmente se libera fácil. Si fuese por zona, tiene mucho espacio para jugar. Es un crack que cualquier equipo necesita vigilar”, ponderó Pepe. Sin contar los buenos delanteros Di María e Higuaín. “Ese trío y Agüero, que es muy rápido y peligroso. Solo falta un buen defensa, a pesar de que el entrenador ha conseguido arreglar el sector defensivo”, afirmó Tostão.
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