El ‘viejo’ Eto’o devuelve la burla a Mou

En medio del tostón que estaba resultando el Chelsea-Tottenham, Eto'o tuvo tiempo para la comedia. Aprovechó el regalo del lateral izquierdo Vertonghen, que resbaló y cedió hacia atrás el balón, para marcar el primer gol del Chelsea al meta Lloris (m. 55). Y corrió para celebrarlo al córner derecho del ataque de los blues. Dobló la espalda, se agarró el lomo con la mano izquierda y con la derecha se sostuvo sobre el banderín mientras su gesto expresaba los achaques de la edad. El delantero camerunés le devolvía así la burla a su entrenador, José Mourinho, cuando dijo aquello de que dispone de un solo delantero, pero "tiene 32 años, tal vez 35, ¿quién sabe?", en torno al mito de la edad impredecible de los futbolistas africanos.

Eto'o respondió este sábado con humor y con suficiente energía como para marcar su séptimo gol del campeonato, abriendo una victoria que se transformaría en goleada poco después ante una defensa también de risa de los de White Hart Lane, aunque a su entrenador, Tim Sherwood, no le hiciera ninguna gracia. Los cuatro goles de los blues fueron errores grotescos de los zagueros forasteros. El segundo no tanto, precedido de un penalti cometido por un leve empujón a Eto'o de Kaboul, que además fue expulsado (m. 58). Pero en el tercero y el cuarto volvieron a estar calamitosos los zagueros, en los dos entregando primero Sandro y después Walkes sendos goles casi en bandeja para el recién entrado Demba Ba, sustituto de Eto'o. Demba Ba no estaba para festejos después de haber sido ignorado por Mou cuando solo habló de disponer de un delantero de calidad en aquella charla privada desvelada por Canal Plus Francia.

Tampoco mencionó a Torres, que este sábado se lesionó en el calentamiento y dejó paso a la titularidad de Eto'o. Al viejo camerunés le quedan ganas de pasárselo bien y de mantener el liderazgo del Chelsea en la Premier pese a que el fútbol de los blues solo viva de momento de los errores del rival. El Tottenham de los 100 millones de euros gastados en fichajes en verano pasado fue un desastre con Vilas-Boas y lo sigue siendo ahora, con Sherwood. Su apuesta por Adebayor en lugar de Soldado, que no jugó en Stamford Bridge, tampoco ha resuelto la ecuación.

El West Bromwich Albion sigue sin ganar con Pepe Mel en el banquillo, en los siete partidos que el entrenador español, de 51 años, lo ha dirigido en la Liga (cuatro empates y tres derrotas). La última, este sábado, ante el Manchester United de Juan Mata (0-3) con goles de Phil Jones, Rooney y Welbeck. Mata disputó todo el encuentro. Con 25 puntos en 28 encuentros, el cuadro de Mel es 17º, un puesto por encima de la última posición de descenso que ocupa el Sunderland, este con un punto menos pero con dos partidos disputados menos.

Sin ideas ni juego, con el único propósito de arañar otros tres puntos que le permitan asegurarse un billete europeo para la próxima temporada, los diablos vencieron con otro ejercicio de practicidad. No da para más este curso el equipo de David Moyes Un testarazo de Jones, a una falta muy bien tocada por Van Persie, abrió el marcador. Después, Mata evitó el empate al despejar un balón prácticamente sobre la línea de gol, y cuando más apretaban los locales, Rooney y Mata combinaron para que Rafael sirviese la pelota y el artillero inglés la enviara a la red con la cabeza. Welbeck redondeó el marcador.

Mientras, en la Copa, el Arsenal se ha plantado en las semifinales tras dar buena cuenta del Everton (4-1) con goles de Arteta, de penalti, Özil y dos de Giroud. El equipo de Arsène Wenger no gana un trofeo desde 2005. Esta sería una oportunidad. El mediocampista Arteta hubo de batir dos veces al portero español Joel, la primera, a la derecha del arquero, fue anulada porque Giroud entró en el área antes de lo permitido; en la segunda, envió la pelota a la izquierda de Joel. Este domingo se disputan los otros tres choques de cuartos de final de la competición. El Sheffield United recibe al Charlton Athletic, el Hull City al Sunderland y el Manchester City al Wigan.

Thiago enmienda al Bayern

En su carrera por pulverizar todos los registros de la Bundesliga, el Bayern rubricó una nueva victoria, la vigesimotercera en 25 jornadas (la decimosexta consecutiva en el campeonato), tras endosar un 1-6 al Wolfsburgo. El segundo marcador más abultado del curso para el equipo de Guardiola, que ya apabulló al Werder Bremen a domicilio, en diciembre, con un 0-7. El marcador, sin embargo, no refleja los problemas que tuvieron los bávaros durante buena parte del encuentro, hasta que Thiago no puso los pies sobre el césped.

El Wolfsburgo les cercó e impidió que la pelota circulase con la fluidez que le aportan habitualmente los muniqueses. Buena culpa de ello la tuvo la ausencia del internacional español en el once inicial. Con vistas al duelo europeo frente al Arsenal, el técnico catalán le dejó de inicio en el banquillo y apostó por Shaqiri como acompañante de Lahm en el eje. Se desnaturalizó el Bayern, acorralado y estresado, arrastrado por el escenario caótico que le planteó su adversario. Y lo aprovechó Naldo, que en un córner sacado en corto le ganó la partida a Alaba y remachó un centro.

Sin embargo, Guardiola corrigió a tiempo. Tras un rocambolesco gol de Müller, introdujo a Thiago, Mandzukic y Javi Martínez, y sentó a Shaqiri, Kroos y Lahm. A partir de ahí, un vendaval. Cinco dianas en 17 minutos. Tomó la batuta el español, puso orden y se afinó el Bayern, a la vez que el peaje físico diluyó al Wolfsburgo. En su línea, dejó un extraordinario detalle con un pase entre líneas bien definido después por Müller. Acto seguido, más dinamita. Mandzukic engatilló un buen centro de Rafinha desde la derecha, Ribéry se apuntó al banquete, Müller culminó una buena contra con un cabezazo en plancha y el croata puso el lazo con el sexto.

Rehecho, el Bayern avista ya su 24ª cetro de la Bundesliga. Totaliza 72 goles, una media de tres por encuentro, y le saca 23 puntos al Dortmund, que se mide este domingo al Gladbach. Si gana los cuatro duelos que le quedan este mes, cantará el alirón el próximo 29 de marzo.