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Un Sevilla de acero

Convincente triunfo de los de Emery ante un Almería ansioso y sin gol, que cae a puestos de descenso

Rafael Pineda
Carriço celebra su gol.
Carriço celebra su gol. Carlos Barba (EFE)

Fue un Sevilla compacto y solidario, un muro para el Almería, que cae a zona de descenso. Un equipo excelente, con criterio con y sin el balón, que ganó con soltura y se permitió el lujo de dar descanso a Rakitic pensando en el próximo derbi europeo. El plan le salió redondo a Emery, con un Sevilla que responde a lo que desea su entrenador. Un grupo serio e intenso, donde resaltan secundarios como Gameiro o Carriço, que ha dejado atrás sus dudas para crecer en busca de Europa. Un equipo arropado en torno a dos delanteros muy buenos, Bacca y el citado Gameiro. Son seis ya los partidos que el Sevilla acumula sin perder entre Liga y Liga Europa, un estímulo para Emery, al que algunas voces colocaban ya lejos de Andalucía. Triste derrota para el Almería. No solo porque cae a puestos de descenso tras la machada del Valladolid frente al Barcelona, especialmente porque fue un conjunto mustio, con poca vida. Sus sensaciones fueron muy malas, algo especialmente delicado cuando llega el tramo clave de la temporada.

ALMERÍA, 1-SEVILLA, 3

Almería: Esteban; Rafita, Torsiglieri, Trujillo, Dubarbier; Verza, Azeez (Zongo, m. 55); Aleix Vidal, Soriano (Corona, m. 55), Suso Barbosa, m. 63); y Rodri. No utilizados: Víctor; Hans, Mané y Tébar.

Sevilla: Beto; Coke, Carriço, Fernando Navarro, Diogo; Vitolo, Cristóforo (Marin, m. 81), Iborra, Reyes (Trochowski, m. 79); Bacca (Rakitic, m. 70) y Gameiro. No utilizados: Varas; Cicinho, Jairo y Luismi.

Goles: 0-1. M. 31. Bacca. 0-2. M. 51. Carriço. 0-. M. 76. Gameiro. 1-3. M. 85. Aleix Vidal.

Árbitro: Clos Gómez. Amonestó a Fernando Navarro, Dubarbier, Rodri, Reyes, Diogo y Beto.

Juegos del Mediterráneo. Unos 17.000 espectadores.

Resulta complicado imaginarse un Sevilla sin Rakitic. El internacional croata lo ha jugado todo esta temporada, venía de disputar un partido con su selección y Emery escuchó los cantos de sirena del entorno. El motivo no es otro que la cercanía del inédito derbi europeo de la Liga Europa. Eso, en Sevilla, tiene mucho peso. Huérfano de su mejor hombre, el equipo de Emery se plantó en los Juegos del Mediterráneo como un ejército disciplinado, muy intenso en el repliegue, eficaz en defensa y con algún que otro problema a la hora de elaborar las jugadas. Un disfraz de equipo menor, muy solidario, eso sí, que sin embargo tuvo la virtud de desfigurar a un Almería hecho un manojo de nervios. El triunfo del Valladolid ante el Barcelona ha provocado un alboroto en los sótanos de la clasificación. Un pequeño ciclón que se ha llevado por delante al Almería.

Los de Francisco, acostumbrados a jugar al contragolpe, no supieron que hacer con el balón, que perdieron con una facilidad pasmosa. Es más equipo cuando Aleix Vidal tiene espacios para correr o Soriano saca beneficio de su experiencia. Ante ese Sevilla tan bien armado, el Almería tuvo muy pocas respuestas. El balón le duraba un suspiro a los locales, ofreciendo el equipo de Emery una lección en la anticipación. Después le costó mucho hilvanar, pero hay elementos con calidad en el cuadro sevillano. Solo así se puede dibujar un pase como el que Reyes dio a Vitolo a los 20 minutos, que el canario no supo aprovechar.

Sin Rakitic, el Sevilla no elaboraba. Recuperación rápida de balón y balón en busca de sus dos veloces delanteros, Gameiro y Bacca. Otro gran balón de Reyes al área fue despejado con muchos apuros por Torsiglieri. Concebido para jugar al contragolpe, el Sevilla se inventó un gol muy propio. Balón al área de Reyes y escandalosa pared de Gameiro. Bacca condujo y marcó por debajo de las piernas de Esteban de remate seco. Un tanto fabricado por Gameiro, un delantero supersónico que, a veces, mide mal. Eso sí, se entiende bien con Bacca y lleva el gol en las venas.

El colombiano Bacca remata de cabeza.
El colombiano Bacca remata de cabeza.Carlos Barba (EFE)

El tanto dio paso a los mejores minutos del Sevilla, dueño y señor del partido. Ni siquiera pasó por apuros en defensa. Una cuestión importante teniendo en cuenta las ausencias de Fazio, Pareja y Alberto Moreno. El Almería, sin alma, necesitaba un cambio profundo para inquietar al Sevilla.

Si tenía alguna esperanza de remontar, un gol de Carriço tumbó sus aspiraciones. Fue como producto de otra de las señas de identidad de este Sevilla, la estrategia. El defensa portugués, muy seguro toda la tarde, aprovechó la debilidad del Almería para cerrar el encuentro. Con el encuentro decidido, Emery le dio minutos a Rakitic para que sudara un poco. El croata respondió con un pase de gol que empujó a la red Gameiro. Otra vez un robo de balón y una salida al contragolpe. Otra vez ese Sevilla intenso que, sin embargo, desapareció cinco minutos, los que utilizó el Almería para hacer su gol. Pura anécdota.

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