Llull y Felipe atajan en el tramo final el ímpetu del Iberostar
El Madrid supera con dificultades al conjunto tinerfeño (87-76) y logra su 21º triunfo en la Liga
Anunciaba el parte meteorológico una agradable mañana de paseo en el Palacio, pero la conmovedora intrepidez de un modesto conjunto tinerfeño, el Iberostar, nubló como pocos este año la brillantez del Madrid. A pesar de todo, y gracias a Sergio Llull y Felipe Reyes (24 puntos entre ambos en el último cuarto, al que llegaron por debajo en el marcador), el conjunto de Laso venció e igualó el segundo mejor inicio de toda la historia de la Liga, desde la primera edición allá por 1957: 21 triunfos consecutivos. Un prodigio de regularidad. El récord está en los 30 que marcó el conjunto blanco de la campaña 72-73, cuando ganó todos los partidos de la temporada. A por él van, aplicándose en cada jornada, incluso en las que se le enredan contra pronóstico.
Transcurría tan apacible la mañana que, a falta de tensión competitiva en los minutos iniciales, los parroquianos del Palacio dedicaron su primera ovación cerrada al hijo de Darden, bailarín de excepción en la performance del Isla Bonita de Madonna que ejecutaron las cheerleaders del equipo en el entreacto del primer cuarto. Para entonces, los blancos gestionaban con parsimonia su puesta a punto en el partido mientras Juampi Guitiérrez y Richotti hacían camino en el conjunto tinerfeño. La pareja visitante acaparó la producción ofensiva de los de Alejandro Martínez en los primeros 10 minutos, con 9 y 7 puntos respectivamente, aprovechando la distensión local. Entre ambos se bastaron para mantener el pulso ante un líder que repartía su anotación entre seis jugadores, pero que como conjunto ofrecía una imagen hipotensa en su arranque (21-16, m. 10).
MADRID, 87-TENERIFE, 76
Real Madrid (21+20+13+33): Rudy (4), Mirotic (9), Darden (5), Llull (20) y Bourousis (5) -equipo inicial-, Reyes (18), Rodríguez (22), Slaughter (2), Díez (2) y Mejri.
Ibeorstar Tenerife (16+24+19+17): Gutiérrez (15), Richotti (7), Uriz (12), Rost y Sikma (10) -equipo inicial-, Niang, Bivia (2), Heras (7), Rodríguez, Chagoyen (4), Fajardo (4) y Blanco (15).
Árbitros: Óscar Perea, Luis M. Castillo y Andrés Fernández. Rost (min. 37) y J. Gutiérrez (min.40) fueron eliminados por cinco personales.
Partido correspondiente a la vigésima primera jornada de la Liga Endesa de baloncesto disputado en el Palacio de Deportes de Madrid ante unos 10.500 espectadores
Superados los minutos de tanteo, el Madrid se puso manos a la obra sumando la batuta y el dinamismo de Sergio Rodríguez al empeño de Llull. Se desperezó el partido, pero el despertador sonó para todos. La puntería de Saúl Blanco y la brega de Chagoyen dieron las primeras ventajas al Iberostar (26-29, m. 14) y los de Laso entendieron que debían retomar su habitual aplicación defensiva. Una vez apretadas las tuercas, el acierto del Chacho (15 puntos en el segundo cuarto, con un 3 de 4 en triples) lubricó el ataque del Madrid que, con un parcial de 9-0, retomó el mando en un santiamén (35-29, m. 16). Sin embargo, el Tenerife, aplicado y solidario, ya había descubierto las rendijas que conducían a la hazaña. A punto estuvieron de llegar por delante al descanso, triunfo parcial que solo lo impidió un triple postrero de Sergio Rodríguez (41-40, m. 20). Pero no pararon ahí.
El conjunto de Alejandro Martínez llegaba a Madrid sin su mvp Sekulic (traspasado al Fenerbahçe hace un mes), sin Papadopoulos (su sustituto por un día y ya fuera del club por lesión) y con un renqueante Saúl Blanco (con una contractura en el sóleo de la pierna izquierda). A todo ello se sumó además la lesión de Richotti, que le dejó fuera del partido poco antes del descanso. Pero el conjunto tinerfeño conocía el territorio. Hace un año, el 17 de marzo, en la jornada 25 de la pasada Liga, el cuadro tinerfeño lograba el primer triunfo de su historia ante el Madrid: 83-96 (la derrota más abultada de los de Laso el curso pasado y la primera de las tres que sufrieron en Liga como local). En aquella ocasión, Rost, con 18 puntos, ejerció de héroe; en esta, Juampi Gutiérrez y Saúl Blanco opositaron a ello. Entre ambos martillearon el aro local, por dentro y por fuera, y otorgaron la ventaja al cuadro tinerfeño en la pelea por el rebote. Sin salirse del plan trazado, sin inmutarse ante el ruido que generaron algunas decisiones arbitrales en contra de los locales y con tanta intrepidez como paciencia, el Iberostar se planteó la idea de convertirse en el primer equipo de España en derrotar al todopoderoso Madrid esta temporada (54-59, m. 30). Los blancos afrontaban el tramo final por debajo en porcentaje de tres (5 de 19, 26%), en rebotes (25-29) y en valoración, y 18 pérdidas de balón retrataban su destemplada mañana. Rudy y Mirotic no tenían el día (13 puntos entre ambos), tampoco Mejri, casi inédito, y no era momento para el recreo de más canteranos que el ya fogueado Dani Díez. Pero esta vez, los blancos también salieron del laberinto.
La intriga se prolongó unos minutos más y el Iberostar soñó con los titulares de la proeza (60-61, m. 32), pero Llull apretó los dientes, desató su furia y su puntería y convirtió en calabaza la carroza tinerfeña. El menorquín lideró, con 10 puntos consecutivos, una secuencia de 18-6 que, junto a la firmeza de Felipe Reyes en la pintura (13 de sus 18 puntos llegaron en ese tramo), decantaron definitivamente el sufrido triunfo del Madrid (78-67, m. 37). Entre ambos completaron el trabajo que había sostenido Sergio Rodríguez y redondearon un contundente parcial de 33-17 en el último cuarto. Llegó la 21ª victoria consecutiva en la Liga, el 43º triunfo en 44 partidos oficiales.
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