Una fábrica de ‘Mirotics’
El Real Madrid presume de una vigorosa cantera de vocación internacional que conquista títulos y alcanza su mayor presencia en el primer equipo en la última década tras el debut de Barreiro
La lozanía del Real Madrid de baloncesto abarca una amplia franja de edad: de los 11 años de Usman Garuba (infantil de primer año) a los 34 de Felipe Reyes (capitán del primer equipo). El pasado viernes, cuatro canteranos integraron la convocatoria del conjunto de Pablo Laso en el partido de la Euroliga ante el Partizán (Nikola Mirotic, Dani Díez, Alberto Martín y Jonathan Barreiro), una circunstancia que no se producía en la última década y que habla de la pujanza de la factoría madridista. Hoy, el Madrid se mide al Iberostar Tenerife (13.00) con la idea de que los jóvenes se sigan sumando a la fiesta de un equipo de récord (42 victorias en 43 partidos).
“La cantera tiene que estar preparada para ser una alternativa más, no la última. Si se mira hacia abajo hay calidad y existe la posibilidad de elegir”, explica Alberto Angulo, director de la cantera del Madrid, que garantiza el relevo generacional ante cualquier contingencia. “Si se va Mirotic a la NBA, la alternativa ya está en casa”, dice sobre el jugador “referente” de las categorías inferiores del club. “Niko es el modelo al que todos quieren llegar”.
La cantera blanca ha conquistado esta temporada el Torneo Internacional Júnior de L’Hospitalet (que no lograba desde 2006) y la Minicopa infantil (la segunda consecutiva) con prometedoras camadas que comienzan a poner en valor el trabajo que Angulo empezó a cincelar hace cinco años. En 2009, coincidiendo con el comienzo del segundo mandato en la presidencia del club de Florentino Pérez, el exjugador del Madrid entre 1996 y 2000 y medalla de plata en el Eurobasket de 1999 con España, recibió el encargo de revitalizar una fábrica que, hasta la aparición de Mirotic en 2008, apenas lanzaba productos consistentes desde que Ismael Santos y José Lasa se asentaran en el primer equipo allá por los años 90 (y que solo había formado a cuatro internacionales —Hernández-Sonseca, Lampe, Bogdanovic y Aguilar— en ese tramo). “Quizá el error era que antes se iba al corto plazo y este es un trabajo que requiere mucha paciencia. Ni siquiera teníamos equipo infantil. Cada vez se capta antes a los jugadores y cuando nosotros entrábamos en escena, en cadete de primer año, era tarde y los chicos ya se habían comprometido con otros equipos. Se trataba de captar paulatinamente a los mejores jugadores de Madrid, luego a los mejores de España y por último a los mejores de Europa y del resto del mundo. Ahora estamos en ese punto”, analiza.
Tras su reestructuración, las categorías inferiores del club trabajan con 61 jugadores y se organizan en seis equipos: dos infantiles (primer y segundo año), dos cadetes (primer y segundo año), uno júnior (que abarca dos años) y uno EBA (de tan solo cinco jugadores). Los dos últimos integran un solo grupo de 16 chavales “con el objetivo de que los júnior jueguen en una categoría superior para prepararse y formarse junto a jugadores de mayor edad y experiencia”. “En comparación con otros clubes tenemos muy pocos jugadores y mucho personal. Entre técnicos, asistentes, delegados, fisios, podólogos, tutores académicos… tenemos 25 personas trabajando para ellos. Se trata de estar lo suficientemente preparados como para no estropear el talento que nos llega”, continúa Angulo, que marca dos hitos en este camino que pasa por escudriñar todas las Ligas alevines de Madrid, los torneos autonómicos, los Europeos sub-16 y centenares de vídeos.
“Si se marcha Niko a la NBA, la alternativa ya está en casa”, dice el director de la cantera, Alberto Angulo
El primero, en verano de 2012, cuando la cantera madridista hizo su apuesta más ambiciosa en décadas con nueve fichajes, siete de ellos extranjeros. Llegaron al club: el alero coruñés Jonathan Barreiro, el base mallorquín Miki Fons, el base sueco Valter Lindström, el alero congolés Jonathan Kasibabu, los interiores senegaleses Wally Niang y Ndiaye Samba, la torre brasileña Felipe Dos Anjos (2,10m), el pívot alemán Malik Eischler y el escolta esloveno Luka Doncic. Este último pasa por ser la perla de las categorías inferiores. El viernes cumplió 15 años, ya juega en el Cadete A y el año pasado fue elegido MVP de la Minicopa. “Aprovechamos todos los torneos para evaluar nuestro nivel, para compararlo con el resto de canteras y para becar a jugadores con proyección a los que luego ofrecemos la opción de formar parte de nuestro equipo”. Este año, una de esas becas es para el pívot lituano Tomas Balciunas (MVP de la Minicopa 2014), de apenas 13 años y formado en la Sabonis Basketball Center de Kaunas; otro destacado pilar de un plan con mirada internacional al que también se han ido sumando el base macedonio Andrej Magdeski, el alero bosnio Lazar Mutic y el pívot rumano Emanuel Cate (además del canario Acoydan McCarthy). “Estamos encantados porque esa mezcla y esa torre de babel cultural enriquece su formación”, continúa Angulo, que entiende “la formación académica como base primordial de la progresión deportiva”. “Por genética siempre tenemos un déficit en altura. Buscamos sobre todo hombres altos. Hay pocos en cantidad y menos en calidad”.
El segundo punto de inflexión fue el fichaje el pasado verano de Paco Redondo que, con 31 años y tras 11 trabajando en la cantera del Joventut —con el que conquistó el Torneo de L'Hospitalet, el campeonato de España y la Euroliga júnior el curso pasado—, se puso al frente del organigrama deportivo para reproducir en la base “un staff similar al de un equipo profesional”. “Le convenció el proyecto, la estructura, la idea. Su currículum le avala a nivel de resultados y de formación”, apunta Angulo sobre el entrenador, amante de los conceptos de ataque y la intensidad defensiva de la propuesta de Laso. Tras un lustro de trabajo, la cosecha comienza a dar sus frutos con títulos y con presencia de canteranos en el primer equipo. “El trabajo y los éxitos de Pablo [Laso] nos han dado muchísima tranquilidad. Es un ciclo que ya dura tres años y que da estabilidad y tiempo para poder trabajar. Los constantes cambios de entrenador hacen que de ahí para abajo cambie todo y eso crea dudas. Las dudas en la cantera es lo peor que hay porque no te da tiempo a que un proyecto se consolide”, señala el director de la cantera, que elogia la implicación del técnico vitoriano. “Es de largo el entrenador que más sigue a su cantera, seguro. Va a todos los partidos del EBA en casa. Primero porque le gusta, lo defiende, y porque los quiere conocer de primera mano”. La cantera del Madrid ha dado el gran estirón.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.