Otro tren por encima del Schalke

En un pulso por ser el equipo más en forma de Europa, el Bayern ha sacado este sábado músculo al barrer en su estadio al Schalke (5-1) y quedarse a solo un tanto de la goleada del Madrid al conjunto minero el miércoles pasado en la Champions (1-6). El equipo de Pep Guardiola ya ganaba 4-0 en la primera media hora, un recital de fútbol de ataque como respuesta al que dio el cuadro de Carlo Ancelotti tres días antes en Gelserkirchen. Luego el Bayern levantó el pie del acelerador y solo anotó uno más en la segunda parte, Robben de penalti. El extremo holandés completó un triplete, luciéndose sobre todo en el primer gol, picando la pelota por encima del meta Fährmann. Alaba y Mandzukic, de cabeza, completaron la goleada.  Fährmann tuvo paradas muy meritorias en la segunda parte, siendo el el mejor de un Schalke que ha encajado 11 goles en tres días. Le han pasado dos trenes por encima. Y ve peligrar el cuarto puesto: el Wolsburgo solo está dos puntos por detrás.

Casi resuelto su paso a los cuartos de final de la Champions, al derrotar con facilidad al Arsenal en el Emirates (0-2), todo sus felicitaciones en el banquillo bávaro. Entre Guardiola y sus colaboradores, uno de ellos el poderoso Matthias Sammer, muy expresivo tanto en las buenas como en las malas. El Bayern domina la Bundesliga de una manera casi humillante para los demás. Ya está a 20 puntos del segundo, el Borussia Dortmund, y a 22 del tercero, el Bayer Leverkusen. Y eso que el Dortmund también ha vencido esta tarde sin problemas a Núremberg (3-0). Marcaron Hummels, Lewandowski y Mkhitaryan. El delantero polaco ya es otra vez el máximo goleador de la Bundesliga, con 15 tantos, uno más que Mandzukic y que Adrián Ramos, el colombiano del Hertha de Berlín, ambos con 14.

Por otro lado, Ter Stegen sufrió una tarde de pesadilla ante el Braunschweig. El futuro portero del Barça, todavía en el Mönchengladbach, protagonizó una de las jugadas más llamativas de la jornada en la Bundesliga al firmar un autogol clamoroso. Ter Stegen quiso controlar un balón tras la cesión de un compañero y éste le botó por encima del pie para acabar introduciéndose en el fondo de las mallas. El tanto supuso el 1-1 provisional y dejó tocado al futuro meta azulgrana. El Gladbach también se había adelantado gracias a un tanto en propia meta del portero del Braunschweig, Davari, a la salida de un saque de esquina. Ter Stegen ya vivió una situación muy similar el pasado verano cuando encajó un gol idéntico defendiendo la portería de Alemania en un amistoso en Estados Unidos.