“Cuando me caiga me dolerá”

Pregunta. Acaba de ganar una prueba de la Copa del Mundo de kilómetro lanzado en Andorra. ¿Cómo se encuentra?

Respuesta. Emocionado. Es muy importante para el deporte español. En esta modalidad siempre ganan suizos, austriacos, canadienses...

P. Pero usted no es español.

R. Soy hijo de británico y checa. Nací en Inglaterra pero a los cuatro años nos mudamos a Vitoria. Incluso intenté aprender euskera, pero cuatro idiomas eran demasiados. Desde hace 23 años vivo en Madrid.

P. ¿Tiene la nacionalidad?

R. La tengo en trámites. Tras 26 años en España me considero español. Lo importante es de dónde te sientes.

P. Lo que sí tenía era el récord en la península Ibérica con un descenso a 166 kilómetros por hora. Pero le duró poco.

R. Sí, me superó un austriaco que compite en una categoría superior, la S1, que utiliza alerones y un casco más aerodinámico. El año que viene quiero subir a esa categoría.

Pasa como en las motos. Aunque te caigas a 300 kilómetros por hora es un riesgo controlado"

P. ¿Por qué?

R. Porque quiero ir más rápido.

P. Creo que hay un español que va todavía más rápido.

R. Sí, Ricardo Adarraga. Hizo 214 kilómetros por hora en Vars (Francia). Él también compite en la categoría superior.

P. ¿Va a intentar batirle?

R. Sí, dentro de un mes compito en la misma pista. Intentaré superar el récord mundial, que en mi categoría es de 210,77 kilómetros por hora. En la superior es de 251,37.

P. ¿Cómo describiría el placer al esquiar tan rápido?

R. Es una sensación de poderío, de estabilidad, de adrenalina, de concentración...

P. Cuando coge velocidad, ¿en qué piensa?

R. Yo pienso todo el tiempo en muchas cosas a la vez. Ahora mismo estoy concentrado en lo que tengo que hacer después, en lo que he hecho esta mañana, en el ruido del aire acondicionado... Menos cuando esquío a alta velocidad. Es un momento de concentración absoluta. Son 20 segundos de bajada, no son más.

P. Pasan de 0 a 100 kilómetros por hora en menos de cuatro segundos.

R. En 3,5 segundos para ser exactos.

P. ¿Qué inclinación tienen las pistas en las que compiten?

R. Una pista con 45º tiene un 100% de inclinación. La pista negra más empinada de España es La Visera, en Sierra Nevada (Granada), que tiene un 85%. Pero lo más importante para coger velocidad es el desnivel. El de la pista de Vars es de 495 metros.

P. ¿No le da miedo caerse?

R. Me podría quemar, pues el hielo es como papel lija a esa temperatura, o me podría romper una muñeca o dislocarme un hombro... Pero pasa como en las motos. Aunque te caigas a 300 kilómetros por hora es un riesgo bastante controlado. Caen a menudo pero solo les pasa algo gordo un 1% de las veces.

P. ¿Y se ha caído alguna vez?

R. No. Pero cuando lo haga me dolerá.

P. ¿Por qué no existe su modalidad en los Juegos Olímpicos?

R. Lo fue en 1992, pero un participante, Nicolas Bochatay, chocó contra una máquina y se mató. Eso ennegreció nuestro deporte y se eliminó de competición.

P. ¿Mucho gimnasio?

R. Me entreno duro en el gimnasio. Hago halterofilia. Levanto 220 kilos en sentadilla. Y como 4.000 calorías al día.

P. ¿Qué ha desayunado hoy?

R. Antes de salir a correr he tomado un zumo de manzana y un batido de proteínas.

P. ¿Y después de correr?

R. Una pechuga de pollo, un queso fresco, un bol de cereales, otro zumo de manzana, aminoácidos ramificados, vitaminas y omega 3. Y a mediodía tengo que almorzar y luego comer...

P. Nos hemos quedado sin la ansiada tercera medalla olímpica de los Juegos de Invierno...

R. Para ganar más medallas necesitaríamos más apoyo federativo.

P. ¿Usted tiene que poner dinero propio para competir?

R. La mitad sale de mi bolsillo.

P. ¿En qué puesto está en la general de la Copa del Mundo?

R. Voy segundo.

P. Además ha creado usted una empresa.

R. Liberalia. Liberamos móviles. Tengo 34 empleados, 19 de ellos en el último año.

P. ¿Y cómo lo compagina?

R. Madrugando y respondiendo correos desde el telesilla.