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El momento alemán del Madrid

El equipo se aferra a su gran estado de forma para sacudirse contra el Schalke sus históricos batacazos en Alemania Carlo Ancelotti confirma de forma tajante que Bale será titular ante Jesé

José Sámano
Bale, Cristiano, Marcelo, Coentrão y Modric, en el entrenamiento previo al duelo con el Schalke.
Bale, Cristiano, Marcelo, Coentrão y Modric, en el entrenamiento previo al duelo con el Schalke. Martin Meissner (AP)

Casi no hay plaza en el mundo donde quepa dudar de un equipo del linaje del Real Madrid. Salvo en Alemania, el único escenario en el que podría cuestionarse su habitual favoritismo. Un triunfo en 25 visitas, lo que siempre pone en guardia a los blancos, que han llegado a demonizar sus estancias en tierras de la Bundesliga. Y contra todo tipo de adversarios, ya fuera el TSV Múnich 1860, el Borussia Moenchengladbach, el Carl Zeiss Jena, el Kaiserslautern, el Hamburgo, el Colonia, el Werder Bremen, el Dortmund o el coco del Bayern. Solo cayó el Leverkusen, para lo que hay que remontarse a septiembre de 2000, con Casillas en la portería y Roberto Carlos de goleador. Hoy, el conjunto de Carlo Ancelotti tiene otro reto alemán, pero esta vez con el Schalke 04. Un equipo de corte más bien raso, que se ha tomado el envite como una fiesta mayor. “El Madrid es el mejor del mundo tras el Bayern, pero nosotros no somos tan malos”, sostuvo ayer su técnico, Jens Keller. En principio, el mejor activo del exequipo de Raúl es, precisamente, ser alemán, con lo que ello desvela al Madrid, en cuya expedición la palabra “momento” fue ayer la de mayor eco.

El equipo llega lanzado tras 26 partidos sin perder, estupendo en las dos áreas con un centro del campo que le ancla de forma equilibrada. “Llegamos en muy buen momento”, convino Xabi Alonso. Y profundizó su técnico: “En todos los partidos corres el peligro de que se acabe este momento, y para nada queremos que finalice este momento”.

Los blancos llegan lanzados tras 26 encuentros sin perder, muy fuertes en las áreas

El Madrid afronta su regreso a la Champions convencido de que ha encontrado el camino. Lo expresó de maravilla Alonso, que enfatizó el punto “sólido y compacto” que ha encontrado un equipo “que sabe a qué quiere jugar”. En ello, mucho ha tenido que ver el regreso del tolosarra, clave para un Ancelotti que, de alguna manera, se ve reflejado en él si rebobina a sus tiempos de mediocentro en el Milan. A partir de Xabi, el italiano ha encajado el mecano, con Modric y Di María, futbolistas versátiles y con mucho recorrido, como auxiliares. Un respiro para el internacional español, con mucho trote ya en el fútbol. “Con el 4-3-3 mi juego es más posicional, lo mío es aguantar el sitio”, apuntó Alonso, que puede mantener su fútbol panorámico con menor desgaste. Logrado el equilibrio en el eje, los defensas se sienten más abrigados y los delanteros no necesitan mirar tan a menudo por el retrovisor. En definitiva, el equipo no se resquebraja, no se hace largo. Los papeles están definidos y el Madrid de estos tiempos ataca tan bien como defiende.

Para hoy, Ancelotti no tiene dudas sobre los titulares para el gol. “Míster, sabiendo que estarán Cristiano y Benzema, el tercero…”. El italiano abortó de inmediato el fin de la pregunta. Sin titubeos, tajante y rotundo: “…Bale”. “¿Y por qué?”. “Porque está bien”. En la retaguardia no fue concreto. Fijos Pepe y Sergio Ramos en el macizo central, en los laterales aún se lo tiene que pensar. Carvajal se la juega con Arbeloa; Marcelo, con Coentrão.

También Cristiano, de vuelta, tiene la Champions grapada en las entrañas

Respecto al adversario, cuarto en esta Bundesbayern, como alguno repite por estas tierras, Ancelotti dejó claro que el Schalke “no es un equipo espectacular”, pero sí “concreto y solidario”, con futbolistas jóvenes muy interesantes, como Meyer y Draxler —que previsiblemente no jugará al faltarle rodaje tras una larga lesión—, y gente con oficio como Kevin-Prince Boateng —del que ayer apareció una fotografía con cigarro entre los dedos y botellín cervecero al lado mientras esperaba a pasar un control antidopaje— y Huntelaar. “Será un duelo muy intenso y para ganar aquí habrá que hacer lo máximo”. Bien lo sabe Ancelotti, que por algo define a la Champions como la competición más importante del mundo, lo que aprovechó para hacer un guiño cómplice a su antecesor, José Mourinho: “No es fácil llegar a tres semifinales consecutivas, lo que quiere decir que se hizo un buen trabajo”.

También Cristiano Ronaldo tiene la Champions grapada en las entrañas. Y más en estos días, en los que ha estado condenado en la Liga tras la bronca y la expulsión en San Mamés. En Gelsenkirchen regresará y en el vestuario le ven enchufado de forma especial. “Está muy motivado, porque el injusto castigo le ha frustrado”, apuntó Xabi Alonso. Nadie como el portugués para acabar con la crónica frustración madridista en Alemania. Es su momento.

Sobre la firma

José Sámano
Licenciado en Periodismo, se incorporó a EL PAÍS en 1990, diario en el que ha trabajado durante 25 años en la sección de Deportes, de la que fue Redactor Jefe entre 2006-2014 y 2018-2022. Ha cubierto seis Eurocopas, cuatro Mundiales y dos Juegos Olímpicos.

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