La Real vive de un inicio brillante
El Málaga se rehace para merecer al menos el empate, pero no encuentra el gol y se queda inmerso en la zona baja
Paso adelante de la Real, que aprovechó las derrotas de Athletic y Villarreal para asentarse en los puestos europeos y seguir aspirando a la cuarta plaza. El triunfo del conjunto vasco deja muy tocado al Málaga, que peleó hasta el final sin suerte, aunque su destino en el partido quedó marcado en los primeros 20 minutos, donde su rival voló y el equipo andaluz no entró en el partido como debía. A Schuster le queda por delante un camino de rosas cuando no hace ni un año el Málaga deslumbraba en los mejores escenarios del fútbol europeo. Una comparación que aflora ahora, cuando se cuece un futuro peliagudo, alejado de la lluvia de dólares con la que su propietario reinó durante algún tiempo.
Tiene la Real mucho camino andado. Sus jugadores responden bien a una forma definida de atacar y defender, bastante dinámica y con el toque excelso que le pone Vela como un decisivo ingrediente. Es un equipo rapidísimo del centro del campo en adelante y ahora, además, hasta tiene pausa con la entrada de Canales, que se estrenó como titular. Por eso esta Real está lejos de un Málaga que es un monumento a la confusión, donde lo mismo juega Camacho de central que El Hamdaoui vuelve a la titularidad después de varios meses de escaso nivel competitivo.
MÁLAGA, 0 - R. SOCIEDAD, 1
Málaga: Caballero; Angeleri, Camacho, Flávio Ferreira, Antunes; Tissone, Darder; Iakovenko (Samu, m. 62), Portillo (Portillo, m. 46), Amrabat; y El Hamdaoui (Santa Cruz, m. 70). No utilizados: Kameni; Weligton, Pablo Pérez y Rescaldani.
Real Sociedad: Bravo; Zaldua, Ansotegi, Íñigo Martínez, José Ángel; Rubén Pardo (Elustondo, m. 80), Bergara; Vela, Canales (Zurutuza, m. 63), Griezmann; y Seferovic (Xabi Prieto, m. 63). No utilizados: Zubikarai; Mikel González, Ifrán y Chori Castro.
Gol: 0-1. M. 10. Vela culmina una excelente jugada de la Real Sociedad tras un gran pase de José Ángel.
Árbitro: Del Cerro Grande. Amonestó a Antunes, Flavio Ferreira y Duda.
La Rosaleda. Unos 20.000 espectadores.
Arrasate, no obstante, debe intentar que este estilo de la Real se mantenga en los partidos y goce de continuidad, pues el Málaga, a pesar de sus limitaciones, le pleiteó el partido y le puso en muchos apuros. Mereció el Málaga el empate por su ímpetu y también por una fe que le hizo ser superior a su rival durante buena parte del encuentro.
En realidad, la Real vivió de 20 minutos majestuosos. Una primera fase del encuentro donde el Málaga no se enteró de nada y vivió en sus carnes la fulgurante actividad de Rubén Pardo y Vela, las carreras de Griezmann y hasta las apariciones de José Ángel. El golazo de Vela lo firman los buenos equipos. Un pase por alto de Griezmann, otro enorme de José Ángel y un perfecto remate de Vela con el interior para golpear a un Málaga de defensa débil y corto de espíritu. En esos 20 minutos, Caballero estuvo atento ante otro disparo de Vela y su equipo pasó un trago amargo.
Se repuso el Málaga gracias a los chispazos de Amrabat y la movilidad de Iakovenko. Dos jugadores válidos, llegados en el mercado invernal y que demuestran que el Málaga, dentro de sus posibilidades, sabe fichar. Iakovenko, que plasmó su pelea con sangre tras recibir un golpe involuntario de Íñigo Martínez, despertó al equipo andaluz, que fue digno para, al menos, apretar y frustrar lo que parecía un paseo del conjunto vasco.
Con más ímpetu y el toque de Duda, el Málaga se le subió a las barbas de una Real que dejó de tener el balón y se mostró apática. Dominó el duelo a su antojo el equipo de Schuster, más agresivo, con más ganas, llegando ahora con claridad tras la entrada de Santa Cruz. Bravo, en dos ocasiones, salvó a su equipo ante remates del paraguayo. La Real, incapaz de mantener el balón en su poder más de dos segundos ante el empuje de los andaluces, respiró al final con un triunfo valioso, que le coloca a solo cuatro puntos de la cuarta plaza.
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