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El gas lacrimógeno ahoga El Madrigal

Un objeto lanzado en el m. 87 por un individuo con pasamontañas estalla en el césped, llena de humo el campo y obliga a suspender el duelo y a desalojar el estadio ● Se reanuda y gana el Celta

Pereira, delantero del Villarreal, rodeado de humo.
Pereira, delantero del Villarreal, rodeado de humo. JJORDAN (AFP)

El Madrigal fue evacuado anoche en el minuto 87 del Villarreal-Celta (0-2), cuando un objeto arrojado desde la grada al césped explotó y liberó gas lacrimógeno, lo que dificultó la respiración y la visión de futbolistas y espectadores. Así lo resumió Fernández Borbalán, el árbitro, en su acta: “Comenzamos a sentir un fuerte picor en los ojos a la vez que teníamos problemas respiratorios, creciendo de manera significativa estas sensaciones a medida que transcurrían los segundos. Considerando que con esta situación era imposible la continuación del partido, decidí dar orden a ambos equipos de ir a vestuarios e interrumpir por el momento el encuentro”.

El acta de Fernández Borbalán

En el minuto 87 de partido, estando el balón en juego, se lanzó desde la grada ubicada detrás de la portería defendida por el equipo visitante (tribuna sur), un bote de gas lacrimógeno no impactando en ninguno de los participantes, produciendo una importante nube de humo que obligó a detener el partido. Instantes después todos los jugadores, al igual que el equipo arbitral, comenzamos a sentir un fuerte picor en los ojos a la vez que teníamos problemas respiratorios, creciendo de manera significativa estas sensaciones a medida que transcurrían los segundos.

Considerando que con esta situación era imposible la continuación del partido, decidí dar orden a ambos equipos de ir a vestuarios e interrumpir por el momento el encuentro. Una vez en vestuarios, somos informados a través del Coordinador de Seguridad, D. Juan Francisco Guillén Alves, de que por razones de seguridad, han decidido evacuar a todos los espectadores presentes en la grada. Manteniendo contacto de manera continua con el citado coordinador, pasados 15 minutos, se nos informa que la situación en el terreno de juego era normal para continuar el partido, a la vez que nos garantizaba la seguridad tanto de los participantes como de los espectadores. Por tanto, procedemos a dar 10 minutos para que los espectadores pudieran regresar a la grada y los jugadores pudieran calentar para reiniciar el juego. Finalmente, el partido se reanudó 25 minutos después de que fuese detenido, llegando al final del mismo sin incidencia alguna.

“Ha sido un acto vandálico”, explicó Fernando Roig, el presidente del Villarreal, equipo que encajó el segundo gol cuando el encuentro se reanudó, ya solo frente a un centenar de aficionados. “Alguien lo ha lanzado desde el vomitorio y ha salido corriendo. Alguien que ha venido a hacer daño al Villarreal. Era algo parecido a lo que utiliza la policía en los antidisturbios: hay que soltar la anilla y lanzarlo. Estaba totalmente programado”, añadió el dirigente. “Condenamos este tipo de actos, que no representan a la afición del Villarreal”, abundó Roig. “La policía está buscando a este individuo y esperemos que le caiga todo el peso de la ley”.

Había 16.000 espectadores en El Madrigal, y fueron conminados por la megafonía del club a que desalojaran el recinto, lo que sucedió ordenadamente y sin ningún conflicto. Según las primeras investigaciones del club, la persona que lanzó la botella con el gas llevaba un pasamontañas y usó un propulsor para enviar más lejos el objeto, que cayó sobre el césped del fondo sur, donde estaba el portero del Celta, Yoel. El meta salió corriendo, con los ojos llorosos, camino del vestuario y medio ahogándose, lo mismo que todos sus compañeros. El conjunto vigués ganaba el encuentro 0-1, gol de Orellana de cabeza anotado poco antes. El público ya se había marchado cuando 20 minutos después los dos equipos regresaron al terreno de juego para disputar el tiempo de juego que faltaba. En esos pocos minutos que quedaban por competirse, el Celta volvió a marcar (Nolito, de falta) y celebró la victoria por 0-2.

“Yoel tenía los ojos rojísimos y la sensación de que se ahogaba”, explicó tras el encuentro el técnico asturiano del Celta, Luis Enrique. “Al principio pensamos que era una bengala, pero después vimos que era más peligroso. Ha sido muy feo, pero esto no empaña a ninguna afición. Estamos expuestos a estas cosas”, añadió el exjugador. “Estas personas sobran en un campo de fútbol”, coincidió el meta Yoel.

“Estas cosas no pueden pasar. Que le encuentren [a quien lanzó el bote] y lo castiguen”, dijo el capitán del Villarreal, Bruno Soriano. “El partido”, intervino luego el entrenador del equipo local, Marcelino García Toral, en la rueda de prensa posterior al encuentro; “fue mucho más importante que el loco que ha querido llamar la atención. La experiencia ha sido una mierda, hablando en plata. Hay actitudes de los seres humanos que no se entienden y esta ha sido una de ellas”.

Un encuentro bien disputado entre dos conjuntos nobles terminó de manera incomprensible y extraña. Tras someter el Villarreal al Celta durante 80 minutos de juego, superándolo de principio a fin, el conjunto de Luis Enrique se encontró con un gol en una acción a balón parado y que daba validez a su sufrimiento. Entonces sucedió lo inesperado. A falta de pocos minutos para concluir el partido, desde la grada del fondo sur de El Madrigal cayó al terreno de juego un artefacto que parecía a primera vista una bengala y que soltó un espeso humo que dificultaba la respiración y la visión.

El fútbol quedó anoche en un segundo plano, afeado por la acción vandálica de alguien a quien ahora investigan las fuerzas de seguridad, que pidieron los vídeos de vigilancia del estadio. La policía y el propio Villarreal le seguían anoche los pasos para tratar de desenmascararlo. Escondido tras un pasamontañas, alguien quiso herir anoche al fútbol en El Madrigal.

Villarreal, 0 - Celta, 2

Villarreal: Juan Carlos; Mario, Musacchio, Dorado (Gabriel, m. 76), Jokic; Pina, Trigueros (Nahuel, m. 73), Bruno, Moi Gómez; Giovani (Jonathan Pereira, m. 76) y Perbet. No utilizados: Aitor; Pantic, Jaume Costa y Joan Román.

Celta: Yoel; Hugo Mallo, Cabral (Íñigo López, m. 46), Aurtenetxe, Jonny; Fontás; Rafinha, Krohn-Delli (Nolito, m. 56), Augusto (Álex López, m. 69), Orellana; y Santi Mina. No utilizados: Sergio Álvarez; Borja Oubiña, Madinda y Mario Bermejo.

Goles: 0-1. M. 83. Orellana. 0-2. M. 89. Nolito.

Árbitro: Fernández Borbalán. Amonestó a Jokic, Cabral, Aurtenetxe, Augusto y Musacchio.

Unos 16.000 espectadores en el estadio del Madrigal.

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