“No encajar es señal de vitalidad”

Ocho partidos y ningún gol en contra es el excelente saldo del Madrid en esta Copa del Rey. El equipo está en la final y la estadística invita a considerar el buen estado de forma de Iker Casillas, el portero, cuya suplencia en Liga nunca quedó suficientemente explicada por el club ni por el entrenador. Honrando sus orígenes, Carlo Ancelotti, no pudo reprimir un gesto de satisfacción al recordar que no hay mejor síntoma de salud que un equipo que logra avanzar por una competición sin encajar goles. “Hemos jugado muy bien todos los partidos”, celebró el entrenador, “y hemos mantenido la portería a cero, señal de la vitalidad del equipo”.

Estar en la final demuestra que vamos a por todas” Carlo Ancelotti

Xátiva, Osasuna, Espanyol y Atlético, se quedaron sin batir a Casillas, que ayer culminó su obra sacándole un remate a Sosa, que le pegó con el alma desde el borde del área. La pelota viajó como una bala antes de que el arquero la desviase a un costado. Desde el segundo anfiteatro bajó un cántico tímido: “¡Iiiiiiker, Iiiiiiker…!”. Eran los viejos ultras sur, el grupo fanático, cuya disolución fue anunciada hace un mes por el Madrid pero que reaparecen de vez en cuando en lugares insospechados. Durante toda la temporada pasada estos ultras observaron con suspicacia a Casillas, por quien no profesan ningún afecto especial, alineados como estuvieron con José Mourinho. Ayer, sin embargo, se vieron forzados a canturrear una loa al capitán. Ajeno al ruido, Casillas mantuvo intacta su propia tradición: nunca a lo largo de sus 15 años de carrera ha perdido un derbi a orillas del Manzanares.

“La eliminatoria fue buena para nosotros”, prosiguió Ancelotti. “Está claro que la ventaja que logramos en el primer partido fue determinante para la vuelta. Además, marcamos muy pronto y eso aceleró todo. El equipo jugó bien y hemos merecido estar en la final. Es verdad que esta es la competición menos importante de nuestro camino pero esto demuestra que vamos a por todas”.

“La eliminatoria”, observó el técnico, “fue muy difícil para el Atlético después del 3-0 de la ida. Cuando marcamos el 0-1 el partido quedó totalmente terminado. Pero pudo ser más complicado de no ser por el penalti a Cristiano”.

Cristiano Ronaldo hizo un alto en su sanción de tres partidos de Liga de suspensión para asomar la bota en la Copa y dejar su huella en el Calderón. Además de meter los dos goles de la noche, sufrió la rabia de la hinchada local, que no le perdonó un encontronazo con Manquillo. Cuando se retiraba al vestuario en el descanso alguien le arrojó un mechero que le impactó en la cabeza, derribándole al césped. Al final no fue nada, declaró Ancelotti. “Cristiano está muy bien”, añadió. “Fue muy importante en la primera parte del partido. Marcó dos goles de penalti y fue muy peligroso. No tiene ningún problema físico”.

Cristiano salió indemne de la agresión pero Manquillo no volvió al campo tras el descanso. Ambos chocaron cuando pugnaban por un balón aéreo y el canterano atlético dio una vuelta de campana antes de estrellarse contra el piso de mala manera. Se retiró con gestos de dolor, tocándose las cervicales, visiblemente afectado. Cristiano se acercó para confortar a su rival en el campo y al acabar el partido, según fuentes del Madrid, llamó al jugador para interesarse su estado. Manquillo fue trasladado al hospital y, según una primera exploración, tiene un esguince cervical.

Ancelotti reservó a Pepe de salida, dándole su puesto a Varane, y en el intervalo sustituyó a Ramos por Nacho. Fue un modo de asegurar la presencia en la final de los dos centrales titulares, apercibidos de sanción. “Era posible evitar las tarjetas”, dijo Ancelotti. “Ramos jugó el primer tiempo con mucho cuidado y lo he quitado para evitar problemas”.