Un jugador de fútbol americano revela públicamente su homosexualidad

El jugador de fútbol americano Michael Sam abrió un nuevo capítulo en la historia del deporte estadounidense este domingo al revelar su homosexualidad. El defensa de Missouri, candidato del draft para la próxima temporada, puede convertirse además en el primer deportista de la NFL que lo haya reconocido públicamente.

En una entrevista concedida al diario The New York Times y la cadena ESPN, Sam, de 24 años, explicó que había hablado de su homosexualidad anteriormente con sus compañeros de equipo y sus entrenadores. Algunos mostraron su sorpresa. Otros lo recibieron como una confirmación de lo que ya intuían. “No tengo miedo de quién soy. No me da miedo decirlo. Soy Michael Sam. Soy un licenciado universitario. Soy afroamericano y soy gay”.

La NFL ha respondido en un comunicado que “admiran la honestidad y el valor” del jugador, afirmando que puede triunfar en la competición como cualquier otro deportista. “Esperamos darle la bienvenida y todo nuestro apoyo en la temporada de 2014”.

El joven de Texas, el menor de ocho hermanos -tres de ellos han fallecido y dos han pasado por la cárcel- es el primero de su familia en acceder a la universidad. Este domingo comenzó a escribir otra historia, de la que ahora también serán autores el resto de miembros de la NFL.

No creo que la NFL esté lista. Quizás dentro de una o dos décadas sea aceptable, pero hoy en día es un juego de hombre a hombre”

Según varios entrenadores y asesores consultados por la revista Sports Illustrated -en cuyas páginas dio Jason Collins el mismo paso para la NBA-, la revelación podría dificultar las opciones de Sam para quedar seleccionado por un equipo en el draft que se celebrará en mayo. A pesar del creciente apoyo de la sociedad estadounidense a los derechos de los homosexuales, muchos ponen en duda que el fútbol americano esté preparado para recibir a un jugador gay.

“No creo que la NFL esté lista. Quizás dentro de una o dos décadas sea aceptable, pero hoy en día es un juego de hombre a hombre”, afirma un asistente de la liga a Sports Illustrated. Y añade: “Puede desequilibrar las salas de reuniones y los vestuarios de la NFL”. Uno de los ojeadores de la liga asegura que Sam se verá perjudicado en el draft. “Es la naturaleza humana. ¿Quién va a querer ser el equipo que rompa esa barrera?”

La historia de Sam y Mizzou, sin embargo, podría ser la de un jugador y su equipo que ya han derribado juntos lo que apenas hace unos años parecía imposible. “Estamos muy contentos de que Sam haya tomado esta decisión y nos sentimos orgullosos de él”, declaró en un comunicado el entrenador Gary Pinkel. Tanto él como los jugadores -que nombraron a Sam como jugador mejor valorado del equipo- lo sabían desde hacía un año.

“Cuando lo compartí con mis compañeros, yo sabía quién era”, afirma el jugador en su conversación con el Times. “Yo sabía que soy gay. Y sabía que soy Michael Sam, un jugador de Mizzou que resulta ser gay. Estaba tan orgulloso de mí mismo que no me importaba quién lo supiera. Si alguien me hubiera parado por la calle y me lo hubiera preguntado, hubiera dicho que sí”.

Aquello ocurrió a comienzos de 2013. Ese mismo año, Jason Collins se convertía en el primer jugador de la NBA que reconocía su homosexualidad. Collins terminaba entonces su contrato y no ha sido fichado para esta temporada. Otros jugadores lo anunciaron públicamente cuando ya estaban lejos de los terrenos de juego. Robbie Rogers, futbolista de Los Ángeles Galaxy es el único deportista gay en activo que también lo ha compartido abiertamente.

A pesar de que no ha contado con un jugador que hubiera revelado su homosexualidad, la NFL implementó el año pasado nuevas directivas para prevenir tratos discriminatorios. Éstas prohíben que los equipos pregunten a los jugadores si han tenido pareja o cuál es su orientación sexual cuando son contratados, así como el empleo de términos ofensivos durante los entrenamientos o los partidos.

Según ha revelado Outsports.com, Sam ha preparado durante los últimos meses la estrategia hasta reconocer su homosexualidad públicamente. “Yo quería adueñarme de mi historia”, reconoce Sam, que no quiso arriesgarse a que los rumores adelantaran algo que quería revelar con su propia voz. Sus representantes aseguran que seguirá siendo un jugador de fútbol y que su activismo se limitará al terreno de juego. “La comunidad [gay] gana cuando compite en el campo, no cuando lidera un desfile del orgullo”.