Aún hay mucho en juego
Es un día triste. Cuesta digerir que te has quedado fuera de una final. Pero más triste sería no tener opciones de medalla. Los que hemos vivido unas cuantas situaciones como estas sabemos que el premio aún es muy grande, todavía hay mucho en juego. Quizás la derrota ante Francia suponga un golpe más duro para los jóvenes porque no están tan acostumbrados a este tipo de situaciones, pero entre todos nos levantamos el ánimo.
Especialmente quería animar a Jorge (Maqueda), que después de la semifinal andaba un poco más tocado quizás que el resto. Es un tío hipercompetitivo. Nunca se le puede reprochar nada. Además de la calidad que tiene, transmite pasión a todo el grupo. Me dolió verle mal, porque sé que lo dio todo y que se había fundido. El fallo está permitido en este equipo, pero el no intentarlo no. Pero bueno, creo que se ha levantado ya a tope y seguro que para el partido contra Croacia se encontrará mejor, porque además lo necesitamos.
Recuerdo que la primera vez que jugué por una medalla de bronce fue en un Mundial junior, en 2002 o 2003. Nos habíamos quedado antes fuera de dos Europeos, decían que éramos la generación negra del balonmano español... Ahí estábamos Julen (Aginagalde), Dani (Sarmiento), Viran.... Quedamos cuartos. Fue un golpe duro. Luego he tenido suerte de ganar dos medallas de bronce en los Juegos de Pekín, precisamente contra Croacia; y en el Mundial de Suecia, en 2011, contra los anfitriones. Aquella supo muy bien después de tres años sin conseguir nada. Recogíamos el fruto al trabajo que se estaba realizando.
Creo que alcanzar las semifinales es la constatación de que se han hecho bien las cosas. En nuestro caso, de que se siguen haciendo bien. Pero es cierto que la medalla traslada ese trabajo fuera. Es la constatación pública. En nuestro país parece que todo lo que no sea tocar metal es un fracaso.
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