El Almería ahonda en la herida del Betis
El conjunto de Francisco supera con un gol de Azeez a un rival directo, que se despeña como colista de la clasificación
Se mueve el Betis como un ejército derrotado. Tiene ramalazos de gloria, algún que otro apunte épico, pero va de retirada en retirada, camino de Segunda División. El derbi regional de los bajos de la tabla volvió a mostrar a un equipo desesperado y a otro, el Almería, con más vida, animado por esa pizca de suerte que le hace estar vivo. Ese pelín de fortuna que provoca que el disparo de Azeez se convierta en gol después del toque de Paulao mientras los del bético Juan Carlos, por ejemplo, se estrellan en la madera. El Betis no jugó mal y creó ocasiones, pero juega al fútbol de manera enloquecida, en medio de una ansiedad delirante. Gran triunfo del Almería, con un Esteban soberbio, en especial cuando el conjunto sevillano le apretó de lo lindo. Sobre todo, en un remate dentro del área pequeña de Jorge Molina. La victoria le sabe a gloria al Almería, que respira y deja al colista muy tocado, con sus jugadores llorando después de la derrota.
El Betis se desangra, acumula 10 jornadas sin ganar, y no hay nadie que pueda aliviar a este enfermo, con claros síntomas de convertirse la próxima temporada en equipo de Segunda División. Garrido hace lo que puede, juega de forma valiente y busca el triunfo. Sus intenciones chocan con la falta de calidad y la poca prestancia defensiva de un grupo plagado de defectos, y, además, hecho un manojo de nervios. No es problema del Almería, que fue a lo suyo, a ganar un partido con orden y aprovechando los nervios del rival, incluso fallando un gol a puerta vacía.
BETIS, 0-ALMERÍA, 1
Betis: Sara; Chica (Salva Sevilla, m. 73), Paulao, Jordi, Didac; Vadillo (Juanfran, m. 49), Matilla, Lolo Reyes (nono, m. 73), Juan Carlos; Rubén Castro y Jorge Molina. No utilizados: Andersen; Nacho, Verdú y Chuli.
Almería: Esteban; Nelson (Rafita, m. 58), Trujillo, Torsiglieri, Dubarbier; Verza, Azeez, Tebar; Barbosa (Soriano, m. 66), Óscar Díaz (Suso, m. 84) y Aleix Vidal. No utilizados: Ustari; Marcelo Silva, Raúl García y Rodri.
Gol: 0-1. M. 3. Azeez.
Árbitro: Martínez Munuera. Amonestó a Barbosa y Nelson.
Benito Villamarín. 36.550 espectadores.
El sancionado Francisco lo vio claro. No tuvo más que poblar su centro del campo para ganarle la partida a un Betis partido, que afrontó lo que era una final con cuatro delanteros. Resulta complicado ver a un colista jugar de forma tan descarada. En los sótanos de la clasificación no valen las buenas intenciones, solo los resultados, los puntos y las victorias. Llegó el Almería en un primer acercamiento de Verza y, al segundo, a los tres minutos, Azeez disparó desde fuera del área, el balón dio en Paulao y se coló en la meta de Sara. Reaccionó bien el Betis, o, mejor dicho, de la forma más decente que pudo. Apretaron Juan Carlos y Vadillo, muy activos, pero al fútbol del equipo verdiblanco le faltaba pausa y acierto. Es el caso de Rubén Castro. No hay un futbolista que simbolice mejor el declive del Betis. Una sombra del jugador letal de las últimas temporadas. Acosado por las lesiones su rendimiento se hunde al mismo tiempo que su equipo. Fue conmovedor el esfuerzo bético, pero el Almería supo sufrir para defenderse con orden y esperar que la ansiedad del Betis le fuera preparando el partido perfecto para sus intereses. Capeó el temporal mientras Juan Carlos lanzaba al larguero, mientras Jorge Molina no llegaba a un buen remate de Didac.
Vadillo, antes de lesionarse, puso en apuros a Esteban, que fue un coloso después a disparos de Rubén Castro y Jorge Molina. El Betis, hecho un flan, no se rindió, pero acabó desquiciado, buscando el gol de forma desesperada, dejando huecos increíbles que no aprovechó el Almería. Los de Francisco dejaron muy tocado a su rival, donde el efecto Garrido es perverso. Un entrenador, que, quizás, no sabe dónde se ha metido ni parece tener respuestas claras para salvar al Betis.
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