Weligton frena al Villarreal
El equipo amarillo, en puestos de Champions, recibe a un rival que solo ha sumado 5 de los últimos 24 puntos posibles
En el último suspiro del partido, cuando el Villarreal acariciaba una victoria que le encumbraba, apareció la cabeza de Weligton para rematar un saque de esquina y marcar un gol que daba un empate balsámico para el Málaga y para Schuster, que ya escuchaba las voces del despido. Un tanto que frena al Villarreal, fiado de su solvencia, que entendió que la victoria era suya a pesar de mostrar una versión descafeinada ante un Málaga que no hizo nada especialmente bien ni mal. El grupo andaluz apenas inquietó a Asenjo durante los 90 minutos, pero un nuevo gol de Bruno no fue suficiente esta vez para los amarillos.
Las urgencias del Málaga le aconsejaban ser valiente y de inicio apostó por presionar la salida del esférico del Villarreal. Más intenso el equipo de Schuster, mejor posicionado, al conjunto amarillo le costaba encontrar su característica fluidez, mostrándose frío como la noche de Vila-real. Extrañamente, el esférico correspondía al Málaga, nada que perturbe en demasía a un Villarreal camaleónico, capaz de mudar su piel según aconsejen las circunstancias, de defender con solvencia y atacar con terreno por delante o, por el contrario, en espacios reducidos. En una contra, a Cani le faltó precisión para dar la asistencia final a Uche. En un pase interior de Bruno, el delantero nigeriano, tras revolverse en el área, se topó con un gigantesco Caballero.
VILLARREAL, 1; MÁLAGA, 1
Villarreal: Asenjo; Mario, Musacchio, Gabriel, Jaume Costa; Aquino, Manu Trigueros (Pina, m. 74), Bruno, Cani; Jonathan Pereira (Giovani, m. 62) y Uche (Hernán Pérez, m. 82). No utilizados: Juan Carlos; Jokic, Perbet y Dorado.
Málaga: Willy Caballero; Jesús Gámez, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes; Tissone (Morales, m. 62), Camacho; Samuel (Fabrice, m. 20), Darder (Anderson, m. 75), Eliseu; y Juanmi. No utilizados: Kameni; Angeleri, Duda y Pawlowski.
Goles: 1-0. M. 32. Bruno. 1-1. M. 94. Weligton.
Árbitro: González González Amonestó a Camacho, Juanmi, Eliseu, Bruno, Anderson
Unos 14.000 espectadores en El Madrigal.
Las prisas eran para el Málaga, que fue perdiendo fuelle a medida que su buena disposición apenas incidía en la portería defendida por Asenjo y de que el Villarreal entrara en calor y encontrara el tacto y cierto temple. Y en ello que aparecieron los dos jugadores más influyentes en el juego del cuadro de Marcelino para adelantar en el marcador al Villarreal. Cani percutió por el costado izquierdo del área del Málaga, levantó la cabeza y esperó la llegada de Bruno, que embocó a gol tras rectificar la posición de disparo, perfilado como estaba para golpear con la zurda, para marcar de un toque sutil de derecha que descolocó a Caballero. Un detalle más al extenso catálogo de cualidades del capitán.
El Villarreal se maneja en el equilibrio, sabe atacar sin descuidarse, defenderse con orden cuando el rival aprieta, solvente en cualquier tipo de situaciones. Sin más remedio, lo intentó el Málaga, decente y profesional, con escasos fundamentos para revertir la situación que le planteaba el rival. La inercia le llevaba a una nueva derrota difícil de revertir. Sin hacer un encuentro excesivo, el Villarreal le superaba en las zonas trascendentes del terreno de juego. Y, en su mejor ocasión, tras un duro disparo de Eliseu, apareció Asenjo para evitar el empate tras rechazar milagrosamente el esférico que se le quedó franco a Juanmi.
Se lanzó el Málaga a por el empate, con más corazón que convencimiento. Se relajó el Villarreal, que a la contra pudo resolver en un par de acciones de Giovani, que reapareció en la segunda mitad tras dos jornadas ausente, y que hizo intervenir al mejor Caballero, que se sumó al ataque en la última jugada. Y fue Weligton quien alivió al Málaga y a Schuster.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.