El Sevilla vuelve a perder la paciencia
El equipo de Unai Emery se deshace al final del partido y empata ante un débil Slovan Liberec
Cundían los nervios entre semana en el Sevilla. Cuestionados Beto por su actuación contra el Celta la jornada pasada, Perotti enfrentado con parte de la hinchada y discutida la zaga por no evitar que el equipo sea el segundo más goleado de la Liga, la afición comienza a agitarse. En problemas se encontraba también Unai Emery, que pasó el encargo de hacer disipar las dudas a un once plagado de suplentes —solo M’Bia, partió de inicio en el último partido de Liga—.
Intuía Emery antes del partido que el Slovan Liberec le entregaría la pelota a su equipo, que se encerraría atrás a la espera de una oportunidad a la contra, en algún eventual descuido de la zaga sevillista, o tal vez en una acción a balón parado. A nadie extrañó la superioridad del Sevilla desde los primeros minutos, amo y señor del encuentro, si bien algo impreciso a la hora de culminar sus ataques. Incapaz de flanquear la defensa checa, lo intentaba con centros al área, bien por la derecha, con un Reyes muy activo en su enésima reivindicación, bien por la izquierda a través de las galopadas de Perotti. Cada vez más animado el hispano-argentino, provocó una falta al borde del área, que él mismo se encargó de transformar con un tiro ajustado al palo derecho.
SEVILLA, 1 - LIBEREC, 1
Sevilla: Javi Varas; Coke, Cala, Fazio, Navarro; M'Bia, Cristóforo; Reyes, Rabello (Rakitic, m. 69), Perotti (Vitolo, m. 79); y Rusescu (Bacca, m. 76). No utilizados: Beto; Figueiras, Carriço y Alberto Moreno.
Slovan Liberec: Hrosso; Frydek, Kovac, Kelic, Fleisman; Rybalka (Coufal, m. 70), Sackey; Delarge (Kalitvintsev, m. 63), Pavelka, Sural; y Rabusic (Husek, m. 93). No utilzados: Hauzr; Karisik, Pimpara y Kolar.
Goles: 1-0. M. 29. Perotti. 1-1. M. 70. Pavelka.
Árbitro: Szymon Marciniak. Amonestó a Frydek, Cala, Kovac, Cristóforo, Sural, Sackey y M'Bia.
Unos 25.000 espectadores en el Ramón Sánchez Pizjuán.
Dueño del partido, el Sevilla perdonó, sobre todo en la segunda parte. Lo intentaba a balón parado —dispuso de hasta 12 saques de esquina—, pero ni un casi inédito Rusescu, que lo intentó, ni Fazio, ni Cristóforo estuvieron atinados en sus remates.
Hasta que, de nuevo, el Sevilla cayó en el mismo error. Su incapacidad para cerrar los partidos enmudeció el Sánchez Pizjuán. El robo de Pavelka, casi en su área, y su cabalgada hasta enfilar a Varas ante la impasible defensa sevillista, acabó con un disparo que acabó en la red. Era el primer tiro del Liberec.
Esta vez, ni la irrupción desde el banquillo de Rakitic, el eterno salvador, logró resarcir el daño. Desquiciado como su equipo, casi en la conclusión, M’Bia acabó pagando su impotencia metiendo el codo al portero Hrosso, cuando el balón ya se perdía por la línea de fondo. Cada vez más impaciente, el Sevilla pudo ganar el partido con un disparo al palo de Cala en el minuto 94, tras un balón largo desesperado botado por Reyes.
Con el empate, el Sevilla sigue siendo líder, si bien no cierra la clasificación a la siguiente fase. Y tampoco disipa las dudas y los pitos.
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