Si Márquez gana, Rossi también
La empresa de Valentino, compañero de Lorenzo en Yamaha, el otro aspirante al título de MotoGP, gestiona la mercadotecnia del joven piloto desde 2011
Si Marc Márquez gana el Mundial este domingo en Valencia, Valentino Rossi también ganará. Pues las arcas del nueve veces campeón del mundo, compañero en Yamaha de Jorge Lorenzo, el otro aspirante al campeonato, se enriquecen cada día un poquito más con cada gesta del chico de Cervera. La empresa del italiano, VR46 Racing, gestiona la mercadotecnia y la imagen del joven español desde el 2011. Y eso choca con los intereses de su equipo, que todavía sueña con que un error del debutante —será campeón si acaba entre los cuatro primeros— ponga en bandeja el Mundial a Lorenzo.
“Si soy lo suficientemente fuerte quiero intentar ayudar a Jorge tanto como pueda”, declara el italiano. Aunque cuesta creer que pueda ser así. Bien sea por su apellido, bien porque su rendimiento este año lo hace difícil de imaginar, nadie visualiza a Rossi haciendo de liebre ni de escudero en Cheste para facilitar a su compañero el camino hacia su tercer título en MotoGP. Lorenzo debería ganar la carrera y Márquez terminar quinto o peor, de modo que sería necesario que además de Pedrosa —“el campeonato es cosa de dos y ellos son los que tienen que batallar”, ha dicho el de Honda— o Rossi, se metiera otro secundario en escena. Ocurre, por otro lado, que la caja de VR46 vería multiplicarse sus ingresos rápidamente si el joven español se proclama campeón en su estreno en la categoría reina y con solo 20 años. Un chaval al que conoce desde que con 15 años se plantara en las dependencias de Yamaha para regalarle un pequeño coche de Scalextric, que por aquel entonces patrocinaba el casco del niño, que se estrenaba en el Mundial. Aquel primer año ya se subió al podio. Fue justo al siguiente gran premio (Gran Bretaña), solo una carrera después de su presentación oficial en Montmeló.
“Si soy lo suficientemente fuerte quiero intentar ayudar a Jorge tanto como pueda”, dice Rossi
El chico, que cuando debutó en MotoGP este año acababa de comenzar una colección de motos en miniatura de Valentino, ha terminado ganándose la admiración de su ídolo a golpe de adelantamiento. Y el campeón italiano, que está encantado con su réplica —“es mucho mejor que yo”, ha dicho—, y que el año pasado se desvinculó del Gruppo Pritelli para que VR46 volara sola, se esforzó entonces por mantener a Márquez —a quien había captado un año antes—, entre otros pilotos como Pedrosa, Crutchlow, Pol Espargaró o Iannone.
Desde entonces comparten otros negociados. El diseñador de cascos Aldo Drudi, famoso por los dibujos que le hace al italiano, quiso estampar una hormiga en el de Márquez hace un año y ya le ha hecho una versión especial para el Gran Premio de Japón. “Él le contactó. Se había enamorado de su sonrisa. Decía que le transmitía tanto como Rossi”, cuentan en su entorno. A Márquez, por su parte, no le importa que Rossi le haya encargado al representante de este, Emilio Alzamora, que asesore y conduzca a partir de ahora a su hermano pequeño, Luca Marini, que debutará en Moto3 en 2014. Así pues, la suya es, cuanto menos, una simbiosis perfecta.
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