El Barça, contra la monotonía

El 12 de marzo el Milan visitó el Camp Nou con ventaja de dos goles en la vuelta de los octavos de final de la Copa de Europa. El equipo de Tito Vilanova remontó (4-0) en una noche mágica. Ocho meses después, el Milan no levanta cabeza. Allegri sigue en el banquillo de un equipo que vive a 12 puntos del líder en Italia y llega segundo de grupo al Camp Nou, a dos puntos del Barcelona. El equipo azulgrana, vapuleado en las semifinales por el Bayern Múnich, ganó la Liga con récord de puntos y vio decir adiós a Vilanova con el curso en marcha. Al tren en marcha se subió Martino, que ha llevado a su equipo al mejor inicio de su historia.

Sobre el césped, criticado ayer por Alves, se reencuentran dos clásicos que se han visto las caras 18 veces, tantas en los últimos años que el brasileño se lo toma con humor: “Son como de la familia”. Por distintos vericuetos, ninguno comparece en calma: se busca el Barcelona y no se encuentra el Milan. Martino habla de crisis, sin que se le interrogue, para encarar las críticas que señalan al cambio de guion en el juego; enfrente, un equipo que ni juega ni gana, pero al que nunca le preocupó la manera, todo lo contrario de lo que ocurre en Barcelona, donde el Tata se sorprende de que, ganando, se cuestione el cómo.

Martino sostiene que el debate sobre el estilo, fomentado por la evidencia y por sus propios jugadores, no le perturba, pero a tenor de lo visto ayer parece incomodarle. Fue él quien recuperó la cantinela de que el equipo está en crisis, medio en broma medio en serio, pocos minutos después de que Alves echara leña al fuego a un debate que escuece. “Éramos muy monótonos, no había opciones y ahora que tenemos otra opción, tenemos debate. Nuestro juego se basa en la posesión, en el juego de toda la vida y en dominar los encuentros”, dijo, antes de contradecirse: “Ahora no necesitamos 18 toques, tenemos que llegar lo antes posible. El nivel bajó comparado de dónde venimos, pera el rival también juega”.

La receta del Tata es clara: “Elaboración constante, frecuente y dinámica para no permitir el retroceso del Milan y el 4-5-1 en 20 metros. Cuando se ha de llegar con 18 pases, damos 18. Si podemos llegar con dos, mejor. La belleza del juego no se justifica en los toques. Lo que quiere decir Dani es que, cuando podamos elaborar menos y ser más directos, hemos de hacerlo. Hace seis años que juega de una determinada manera y hemos de buscar alternativas para que el rival no tenga tantas referencias”, aseguró.

Allegri metió baza: “La monotonía del Barcelona era que siempre ganaba. Defendía, era excepcional ante puerta y bravo al recuperar el balón. La diferencia respecto al último año es que busca una solución ofensiva con Neymar, que va más al espacio”.

El Barça, contra la monotonía