“Contra el Madrid podemos pecar de temerarios”

El entrenamiento del Rayo después de caer en Pamplona el miércoles (3-1) fue arduo para Paco Jémez (Las Palmas, 1970). La sesión duró hora y media de análisis de vídeos en la sala de reuniones y 40 minutos más de charla recorriendo el campo con toda la plantilla distribuida por líneas y por posiciones, de área a área, pasando por el círculo central y las bandas. El hombre gesticula en medio de su tropa, se mueve, llama, coge por el brazo, señala, machaca. En los campos adyacentes entrenan los juveniles y los niños. Hace un frío invernal y es noche cerrada, pero la Ciudad Deportiva está en ebullición. Llena de vecinos, de familiares y aficionados. El Madrid visita Vallecas (20.00 horas, Canal+ 1) y Paco regresa a la sala de vídeos para seguir hablando.

Pregunta. Los entrenamientos del Rayo son un fenómeno social.

Respuesta. En esta vida hay que compartir. Hacemos muy poquitos entrenamientos a puerta cerrada porque nos gusta que la gente venga a vernos, que los entrenadores vengan a vernos y que la gente de los filiales nos siga.

P. ¿Por qué da la charla recorriendo el campo?

R. En la pizarra queda muy bonito, pero hasta que no estás en un campo y ves la distancia óptima no te das cuenta exactamente.

P. Ancelotti no para de hablar de “equilibrio”. ¿Qué es eso?

R. Equilibrio es orden. Tanto para atacar como para defender. Ese orden atiende a la posición en el campo de cada jugador. El desorden es desaprovechar los espacios y permitirle al rival que los aproveche para dañarte.

P. Hay entrenadores que para equilibrar anteponen jugadores como Khedira, arquetipo de mediocentro defensivo. Usted en Pamplona jugó con tres medios: Trashorras, Adrián y Saúl, un exmediapunta, un exdelantero y un exextremo.

R. Yo creo que ese trabajo lo pueden hacer medios centros ofensivos también, siempre que tengan inteligencia táctica.

P. La temporada pasada el Rayo fue el tercer equipo de Europa en posesión de balón después de Barça y Bayern. Ahora han subido la media (63%) y han mantenido el nivel rematador (4º de la Liga), pero son el equipo más goleado: 8 a favor y 26 en contra. ¿Por qué?

Fracasaremos si pensamos que somos grandes por tener el 70% de posesión

R. Porque cometemos muchísimos errores de falta de concentración. Contra el Valladolid y Osasuna tuvimos una posesión por encima del 70%. Una auténtica barbaridad. Y nos metieron tres goles. Osasuna nos tiró a puerta 10 veces y nosotros 25. Ellos hicieron 246 pases y nosotros 601. Y nos ganaron bien.

P. Se le ha acusado de hacer planteamientos suicidas...

R. Es muy fácil traspasar la línea entre la valentía y la temeridad. Pero nosotros no estamos recibiendo goles por jugar de una forma temeraria. La mayoría no son goles achacables a jugar demasiado arriba porque te hayan cogido a la contra. No pagamos caro el atrevimiento sino la falta de concentración.

P. El Rayo-Madrid es el duelo más desequilibrado del mundo: un presupuesto de 7 millones contra otro de 520. ¿Qué clase de competición es esta?

R. Si tenemos una posibilidad de ganarles entre cien a mí me vale. Voy a intentar que mis jugadores se convenzan de que esa posibilidad existe.

P. ¿Qué opina de Bale?

R. Es otro jugador que necesita espacios, como Cristiano, Di María... El Madrid este año ha cambiado su manera de interpretar el fútbol. Ya no es un equipo netamente de contragolpe. Ahora quieren ser más participativos, tener la posesión y llegar. En años anteriores el Madrid cuando realmente se encontraba cómodo era cuando el contrario los atacaba. Ahora quieren llevar la iniciativa, los equipos se les encierran atrás y esos espacios se les acaban.

P. ¿Al Madrid le está costando cambiar al ataque estático?

R. Es que en el fútbol lo que más cuesta es el juego combinativo. Sin pretender ser prepotentes: lo que nosotros hacemos es lo más difícil.

P. El Rayo con su forma de jugar brinda esos espacios que necesita el Madrid. ¿No se plantea cambiar su táctica esta vez?

R. No les ganaríamos. Si nos metemos los 11 atrás acabaremos perdiendo. Estoy convencido. Nuestra intensidad defensiva no es la de otros equipos. Por el simple hecho de meter gente atrás no vamos a defender mejor y defraudaríamos a la gente que va a vernos. Es cuando nos enfrentamos a los equipos más grandes cuando de verdad podemos pecar de temerarios. No tenemos nada que perder. Lo más normal es que el Madrid nos gane.

P. Después del 5-0 ante el Atlético dijo: “Somos los más mierdas de la categoría”. La temporada pasada razonó que si consiguieron acabar octavos fue porque no se creyeron que eran los del presupuesto más bajo de Primera. ¿No se contradice?

Como a la sociedad, al futbolista cada vez le cuesta más pensar

R. Somos lo que demostramos ser. El año pasado demostramos que éramos un equipo muy superior a lo que el presupuesto y la teoría decía, pero no perdimos nunca nuestras señas de identidad. Este año a veces hemos perdido la humildad. Si hinchamos el pecho estamos muertos. Si la mente nos engaña y pensamos que por tener el 70% de posesión somos unos grandes estamos abocados al fracaso. El balón engaña. Muchas veces a los rivales les interesa dejarnos el balón. Ya es imposible que les dejemos menos posesión. Si no nos concentramos más nos harán daño hasta con un 29%.

P. Mourinho decía que el equipo que tenía la posesión estaba expuesto.

R. El Madrid lo que quería era robarte el balón y salir corriendo. Desde el punto de vista de su idea tiene sentido. Desde el punto de vista mío no; primero porque yo creo que el equipo que no tiene el mando del partido tiene más posibilidades de perder, y después por los aficionados, porque merecen divertirse. Esto es un espectáculo. Nos quejamos mucho de que cada vez va menos gente al campo y me pregunto que qué cojones le estamos dando a la gente para animarla. Tenemos una responsabilidad hacia el que paga. En momentos económicos jodidos sacan su entrada. Habrá que darles algo, ¿no?

P. ¿No cree que los futbolistas de hoy han dejado de sentirse importantes?

R. Me gustaría decir lo contrario, pero creo que hemos perdido. El jugador sigue siendo la pieza fundamental de este deporte, pero creo que, como a la sociedad en general, cada vez le cuesta más trabajo tomar iniciativas, pensar, y asumir responsabilidades. No estamos educando bien a nuestros hijos. Es un problema social. Fuera del fútbol aún es peor, porque el fútbol educa.