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El Nanterre ridiculiza al Barça

La falta de fluidez atormenta a los azulgrana (67-71) ante el modesto equipo fráncés

Robert Álvarez
Dorsey, protege el balón ante Jaiteh
Dorsey, protege el balón ante JaitehLLUIS GENE (AFP)

Los síntomas se habían repetido durante los últimos partidos, el Barcelona, ganara o perdiera, no estaba jugando bien, en muchas fases de los partidos caía incluso en el puro desbarajuste, cuando no en la displicencia. Y en estas llegó al Palau Blaugrana el Nanterre, la cenicienta de la Euroliga, un equipo que hace dos años jugaba en la Segunda División francesa y que apenas cuenta con un presupuesto de 4,5 millones de euros, seis veces menos que el Barcelona. Pero el Nanterre, tras haber llegado a acumular una desventaja de 13 puntos en el primer cuarto (25-12) y de 12 cerca del final del tercero (60-48), aprovechó los nervios e imprecisiones que atenazaron a los hombres que dirige Xavi Pascual para lograr una inesperada victoria, ganada a pulso, absolutamente merecida y que pudo haber sellado con más comodidad de haber acertado algo más en los tiros libres (11 de 21).

El parcial final, 7-20, lo dice todo. La cascada de errores azulgrana, los tiros libres fallados por Sada, los triples desperdiciados por Navarro, los balones perdidos por Marcelinho y Tomic, se encadenaron, sin que nadie acertara a poner remedio. El Nanterre lo aprovechó para hacer historia. se adelantó por primera vez en el minuto 36 (63-65), con una canasta de su incansable base estadounidense Trenton Meacham.

BARCELONA, 67 - NANTERRE, 71

Barcelona: Marcelinho (9), Navarro (2), Papanikolaou (9), Lampe (11), Tomic (8) —equipo inicial—; Dorsey (5), Sada (4), Abrines (15), Todorovic (0), Hezonja (0) y Nachbar (4).

Nanterre: Meacham (10), Nzeulie (7), Gladyr (12), Daniels (11), Passave (6) —equipo inicial—; Judith (0), Jaiteh (0), Corosine (0), Foster (5), Thomas (14) y Traoré (6).

Árbitros: Jovcic (Serbia), Koromilas (Grecia) y Petek (Eslovenia).

Palau Blaugrana. 4.079 espectadores.

Era el principio del final de un Barça irreconocible, fuera de ritmo, lento, impreciso, sin recursos, tendente a optar por las peores soluciones ofensivas y poco sólido en defensa. Ganó el Nanterre, fue su primera victoria en la Euroliga, donde venía de sufrir un correctivo ante el Partizán (73-43). Fue también el primer triunfo de un equipo francés en el Palau desde hace 14 años, cuando se impuso el Villeurbanne.

A Pascual se le acumulan los problemas. Su equipo no consigue adquirir ni el ascendente ni los mecanismos de juego que se le presuponían teniendo en cuenta su plantilla y lo que ha invertido en ella. Navarro, tras recuperarse físicamente de su lesión, no acaba de alcanzar su nivel de juego habitual. Nachbar es una sombra del jugador que se presumía cuando se le fichó. Marcelinho y Tomic, los que mejor han arrancado, estuvieron muy discretos ante el Nanterre. Solo Abrines y Dorsey levantaron el tono. Las aportaciones de Hezonja y Todorovic son inapreciables, básicamente porque Pascual no les da cuerda cuando las cosas se ponen feas, como fue el caso. Los jugadores del Barcelona se sumieron en un tembleque impropio de un equipo grande y que se enfrentaba a un rival, sobre el papel, netamente inferior. Pero los franceses se mostraron más sólidos y mucho más intensos. Y así fue como hicieron historia. “Con la presión, hemos empezado a fallar”, afirmó Pascual. “Hay cosas que no son entrenables. Esperemos que sea un accidente. El equipo ha perdido la personalidad en un momento de debilidad. Cuando dejas de jugar para ganar y juegas para no perder, llegan los problemas. La noche es dolorosa y no hay excussa. Ahora debemos sacar el carácter y la personalidad”, concluyó.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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