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Al dictado de Rakitic

El croata y M’bia materializan la superioridad del Sevilla ante un Osasuna que no pudo aguantar con 10 jugadores

Rafael Pineda
Rakitic celebra su gol.
Rakitic celebra su gol. Julio Muñoz (EFE)

Mantiene el Sevilla su buena racha en la Liga, donde encadena cinco jornadas sin conocer la derrota, con un triunfo convincente ante Osasuna. Le faltó al conjunto andaluz plasmar en el marcador su superioridad en el césped. El motivo es que todavía arrastra dudas, pues lo mismo juega con tres centrales que casi con cinco delanteros, como ocurrió en esta ocasión. Mientras se define, los triunfos le permiten crecer. La justicia de su victoria ante Osasuna está fuera de duda. El equipo de Javi Gracia quedó muy tocado tras la expulsión de Damià a los 34 minutos y aguantó lo que pudo. Esencialmente hasta que el dominio del Sevilla se plasmó en un golazo. Emery alineó a dos delanteros, escasos de acierto Gameiro y Bacca, para que el choque lo definieran sus dos pivotes. El pase al espacio de M’bia lo remató Rakitic de volea con un extraordinario golpeo. Así ganó este Sevilla, que se mueve al dictado de Rakitic, su líder, jugador determinante, bien escoltado por M’bia. El camerunés dio los pases de los dos goles del Sevilla, el segundo obra de Jairo, un futbolista al alza. Osasuna, muy luchador, llegó a Andalucía con muchas bajas y acusó jugar tanto tiempo en inferioridad.

SEVILLA, 2-OSASUNA, 1

Sevilla: Beto; Diogo, Carriço, Pareja, Alberto Moreno; Jairo, M'bia (Cristóforo, m. 76) , Rakitic, Vitolo; Bacca (Rusescu, m. 84) y Gameiro (Perotti, m. 64). No utilizados: Varas; Coke, Fernando Navarro y Reyes.

Osasuna: Andrés; Marc, Arribas, Loties, Damià; Puñal, Lolo (Oier, m. 81), Silva (Oriol, m. 49); De las Cuevas, Oriol y Roberto Torres (Onwu, m. 71). No utilizados: Riesgo; Miguel Flaño, Satrustegui y Ariel Núñez.

Goles: 1-0. M. 55. Rakitic, tras gran pase de M'bia. 2-0. M. 75. Jairo cruza el balón de seco disparo con la derecha. 2-1. M. 88. Oriol Riera, de cabeza.

Árbitro: González González. Expulsó con roja directa a Damià (m. 34). Amonestó a Silva, Rakitic, Puñal, Oier y Riera.

Ramón Sánchez Pizjuán. Unos 28.000 espectadores.

No se cortó Emery ni un pelo. En la búsqueda de la mejor versión de su equipo, una empresa que se está haciendo algo engorrosa para el entorno, el vasco se decantó por un Sevilla de descarada vocación ofensiva. No solo porque alineara a dos puntas natos, Gameiro y Bacca, y porque Vitolo y Jairo actuaran también como delanteros, también porque los dos laterales, Diogo y Alberto Moreno, vivieron más en el campo de Osasuna que en terreno propio. Una apuesta que se plasmó en un inicio arrebatador del Sevilla, al que Osasuna respondió como pudo, tocado por las ausencias de jugadores importantes y capeando el temporal con oficio. El equipo de Emery, bien lanzado por Rakitic, se plantó ante el gol en dos ocasiones en los primeros cinco minutos. Jairo y Gameiro pudieron definir, pero no lo hicieron. Por primera vez a lo largo de la temporada, la pizarra de Emery se plasmaba de forma eficiente en el césped de Nervión. Osasuna se defendió como pudo ante la avalancha del Sevilla y tuvo la virtud de enfriar el encuentro. Intentó el fútbol control, con Puñal a los mandos, para detener las llegadas en oleadas de su rival, al que le faltó eficacia. Respiraba Osasuna hasta que una maniobra de Gameiro fue detenida por Arribas, Lolo y Damià con sucesivos agarrones. Le tocó a Damià irse al vestuario tras ver la roja.

Hay entrenadores a los que no le gusta jugar con un rival inferioridad. Ocurre una infinidad de veces que el equipo con uno menos se muestra más solidario ante la falta de uno de sus elementos y aumenta sus dosis de trabajo colectivo. Acostumbrado a esperar al Sevilla, Osasuna aguantó la presión andaluza en superioridad. Javi Gracia no metió por el momento a un lateral zurdo. Le dio toda la banda a Roberto Torres y a jugar.

El amontonamiento de jugadores en campo de Osasuna se hizo patente, lo que redujo los espacios para el Sevilla. La calidad y la visión de juego son las armas indispensables para batir a equipos bien colocados y sacrificados en defensa. Ambas cualidades se unieron en el minuto 55, cuando M’bia envió un medido balón al área. Rakitic golpeó de volea y convirtió en un golazo el fantástico pase del camerunés y su desmarque de ruptura. El 1-0 acabó con la resistencia de Osasuna, que se pudo llevar una goleada. El Sevilla, dueño y señor del encuentro, llegó una y otra vez al área visitante, pero la falta de acierto de Bacca dio vida a Osasuna. Riera anotó el 2-1 de buen remate de cabeza, pero el partido estaba ya sentenciado a favor de este Sevilla que, a pesar de sus dudas, escala en la tabla.

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