El Betis, contra sus fantasmas

Hay un halo de pesimismo que envuelve al Betis. La historia pesa en la entidad andaluza, poco acostumbrada a navegar con solvencia cuando disputa competición europea. Ni Pepe Mel, hasta el momento, está siendo capaz de alterar un guión monocorde. El Betis sufre cuando juega en Europa. Lo hizo en 1978, cuando descendió a Segunda después de llegar a cuartos de final de la Recopa. También en 2006, cuando después de jugar la Liga de Campeones y alcanzar más tarde los octavos de final de la UEFA finalizó en el puesto 14 tras coquetear con el descenso. La historia se repite, por el momento, en esta temporada. El Betis, 15º clasificado, está a un punto del descenso. La campaña, preparada para disfrutar, se está convirtiendo en un engorro.

Mientras se discute sobre el acierto o no en la planificación, el Betis se juega en el doble enfrentamiento ante el Vitoria de Guimaraes (19.00 horas) su futuro europeo. “Queremos cambiar la dinámica del equipo y pelear por la clasificación. El Betis tiene que disfrutar de Europa y detener la involución que nos ha hecho ser un equipo débil en defensa y ataque”, aclaró Mel. El propio técnico, no obstante, ha transmitido al entorno que la Liga Europa importaba poco. De hecho, en los dos partidos jugados ante el Lyon y Rijeka, saldados con dos empates, Mel colocó dos alineaciones plagadas de suplentes. Unas rotaciones mal entendidas que han acabado por despistar a sus propios jugadores.

Ahora, sin embargo, Mel busca ante el Guimaraes el equipo que pueda jugar incluso frente al Atlético el próximo domingo. “Habrá algunos cambios, pero igual los que jueguen ante el Guimaraes pueden repetir contra el Atlético”, aseveró el preparador verdiblanco. El Betis, que presentará unos beneficios de 12 millones de euros en su junta de accionistas, tiene previsto arreglar en el mercado invernal los defectos de una planificación veraniega algo corta. Se busca ya la cesión de un delantero de cierto prestigio y de un jugador que se desenvuelva en la banda derecha.