La persecución de lo inaudito

Si no es Australia el próximo domingo (la carrera a las 7.00 hora española), será en Japón, es lo que han empezado a asumir sus rivales. A Márquez le sobra con subirse al podio en las carreras que quedan para ser campeón del mundo. Con 43 puntos de ventaja respecto al segundo, el novato ha dejado poco margen para las sorpresas. Salvo que ocurra un imprevisto poco probable ahora que ya no debe tomar más riesgos de los necesarios, como observó ayer cuando se percató de que era inútil perseguir a Pedrosa, escapado y constante como un reloj. Aún así, el chico no quiere lanzar las campanas al vuelo. “Yo ya tuve un Mundial ganado”, recuerda. Hace referencia a su primer año en Moto2, aquel en el que terminó proclamándose campeón Stefan Bradl por incomparecencia de su rival, él, que pasó cinco meses con visión doble. Si bien ahora puede tomarse las cosas con más calma. Y está llamado a convertirse en el campeón con más joven de la historia de la categoría reina.

“Marc ha venido para ganar el título. Para ganarlo este año”, aventuró Valentino

Márquez, con seis victorias y 13 podios —solo ha faltado al champán en Mugello, un día después de caerse a más de 300 kilómetros por hora, por un fallo tonto en carrera—, ha ido salpicando su temporada de récords y hazañas. Se estrenó con un podio en Catar, tal y como había vaticinado el vicepresidente de Honda, Shuhei Nakamoto. Y en la segunda carrera, en un escenario inédito, Austin, ganó. Pronto superó a Spencer, Biaggi, Rossi o Pedrosa, con dos triunfos el año de su estreno —Lorenzo ganó una—. Y unas semanas después también a Kenny Roberts, el mejor hasta entonces, con cuatro. Su ídolo, Rossi, a quien ya arrebató algunos récords de precocidad en 2010, el año en el que ganó su primer título mundial, en 125cc, ha visto también caer su récord de podios en el año del debut en 500cc: tenía 10.

Roberts, en 1978, es hasta ahora el único novato que venció en la categoría reina

Fue el italiano el primero que se atrevió con una afirmación que hoy ya no suena tan aventurada: “Marc ha venido para ganar el título. Para ganarlo este año”, matizó. Era febrero y se celebraba la pretemporada en Sepang, el mismo escenario en el que le ha aguantado y ganado un cuerpo a cuerpo a Lorenzo, dos veces campeón del mundo, días después de ser señalado por aquel como un irresponsable en la pista y de ser reprendido por Dirección de carrera y la organización del Mundial por su estilo de pilotaje, ese que vuelve locos a los aficionados y por el que suspiran pilotos como Crutchlow, que le pide que no cambie.

A Márquez le quedan pocos récords por batir. El día que gane el título de MotoGP superará a Freddie Spencer como el más joven vencedor del campeonato en la categoría reina (1983) e igualará a Kenny Roberts como el único debutante de la era moderna que ganó como novato, en 1978. Antes lo consiguieron Leslie Graham (1949) y Umberto Masetti (1950), pero entonces el Mundial consistía en apenas seis carreras. Nada que ver con la demostración de poderío del chico de Cervera.