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Jornada de sobresaltos para España

Doce internacionales son obligados a pasar un control antidopaje de madrugada y la avería en un cuadro eléctrico en el estadio Son Moix, que deja tres heridos, pone en jaque a La Roja

La policía judicial inspecciona la zona de la explosión. VÍDEO: ATLAS.Foto: atlas | Vídeo: MONTSERRAT T DIEZ

La explosión de un cuadro eléctrico a las puertas del estadio Iberoestar poco después de las tres de la tarde convirtió lo que debía ser una previa tranquila y rutinaria del partido que este viernes enfrentará a España contra Bielorrusia (22.00, Telecinco) en un dolor de cabeza para los dirigentes de la Federación Española de Fútbol, que durante un par de horas trabajaron en busca de un recinto alternativo al estadio mallorquín para la disputa del encuentro. La explosión causó tres heridos, dos de ellos con quemaduras graves. Eran tres operarios que en ese momento manipulaban un cuadro eléctrico, situado en el aparcamiento del estadio, y que tuvieron que ser trasladados con urgencia al hospital de Son Espases. Uno de ellos tuvo que ser evacuado en un helicóptero medicalizado hasta un hospital de Barcelona, dada la gravedad de sus heridas.

No estamos trabajando en un cambio de fechas. Lo único que hay que lamentar es el estado de los heridos

Tras la explosión, el estadio de Son Moix se quedó sin luz y hasta que la policía científica terminó su trabajo, básicamente para descartar que se hubiera producido un sabotaje, no se pudo solucionar el problema. Dado que la detonación había dejado sin suministro eléctrico el estadio, Jorge Pérez, secretario general de la federación, y María José Claramunt, directora de la selección, buscaron alternativas por si era necesario activar un plan alternativo. Primero, un campo para albergar los entrenamientos previstos para la tarde. También barajaron la idea de trasladar a Barcelona o Valencia la sede del encuentro, por si, llegado el caso, la policía decidía clausurar el estadio y era necesario improvisar un cambio de escenario.

Finalmente, la selección de Bielorrusia pudo entrenarse conforme a lo previsto, a las seis de la tarde, porque no necesitaba iluminación artificial, pero sus futbolistas llegaron cambiados al estadio desde el hotel y no pudieron usar la zona de vestuarios, donde no había ni luz ni agua caliente. España, que se ejercitó a partir de las 19.30, ya con luz artificial, que durante buena parte del trabajo funcionó a baja intensidad, también evitó pasar por los vestuarios. El estado del césped no fue del total agrado de los jugadores, que recibieron el afecto de unos 7.000 aficionados congregados en las gradas.

Dos operarios del campo del Mallorca sufren quemaduras muy graves

No fue el único sobresalto que afectó a la selección, que como si la hubiera mirado un gafe tuvo un día lleno de imprevistos desde buena mañana. De madrugada, no eran ni las seis, personal de la Agencia Española de Protección de Salud en el Deporte apareció por la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, en Madrid, donde dormían los seleccionados. Los vampiros despertaron a 12 jugadores para tomarles muestras de sangre y orina con el fin de realizar controles antidopaje. Cesc Fábregas, uno de los internacionales a los que sacaron de la cama intempestivamente, colgó de inmediato una foto suya, con evidente cara de sueño, en la red social Instagram acompañada del siguiente texto. “Control antidoping a las 6 de la mañana y yo sin poder ir al baño. Hacerlo un día antes de partido... Increíble. #muchosueño”. “No queda otra que joderse, levantarse y pasar el control”, bromeó posteriormente en Palma de Mallorca el barcelonista Pedro, que celebró no haber sido uno de los afectados.

El delantero canario, como el seleccionador, Vicente Del Bosque, alertó al tiempo de la necesidad de encarar el duelo ante Bielorrusia sin confianzas: “Estamos avisados, ya vimos lo que sucedió contra Finlandia, cualquier rival puede poner problemas, así que no vamos a confiarnos, no va a haber relajación”. “Tenemos dos finales por delante y no estamos clasificados, no debemos contagiarnos del optimismo. Parece que estamos clasificados y no es así, nos faltan cuatro puntos y hemos de ganarlos en los próximos dos partidos, que jugaremos con los mejores, porque para nosotros son dos finales”, incidió Del Bosque.

Del Bosque dirige el entrenamiento en Son Moix.
Del Bosque dirige el entrenamiento en Son Moix.MONTSERRAT T DIEZ (EFE)

El seleccionador no quiso hablar de la posibilidad de aceptar la renovación de su cargo que el presidente federativo, Ángel María Villar, conforme a lo que es tradición, piensa ofrecerle tan pronto España se clasifique para el Mundial de Brasil. “No podemos distraernos de lo verdaderamente importante, que es el partido, ni el entrenador ni los jugadores. Ya hablaremos de eso cuando llegue el momento”, dijo, con su habitual pausa, el técnico, que apuntó que dispone de todos sus jugadores en plenitud de facultades a excepción de Piqué y de Iniesta que, pese a todo, se ejercitaron por la tarde a plenitud. “Están tocados pero espero que a la hora del partido estén en perfectas condiciones”, aventuró Del Bosque.

La duda sobre Iniesta podría beneficiar la aparición de Koke en el equipo titular, acompañando a Busquets en la medular. “Estoy para lo que el entrenador me pida. Vengo a ayudar, en la posición que sea o, incluso, aunque no juegue”, dijo el centrocampista del Atlético, que ante la selección de Finlandia debutó en el primer equipo de La Roja jugando como falso lateral derecho. “Fue más un centrocampista por banda que un defensa. Los nuevos se tienen que ganar el sitio, sea en la posición que sea”, explicó el técnico salmantino, que tampoco descarta dar la oportunidad a Michu. En ese caso, Fábregas jugaría de volante y Koke sería suplente. El técnico salmantino elogió al delantero asturiano, que goleó en el entrenamiento, y reconoció: “Una de las obligaciones es no estar lento a la hora de llamar a los jugadores y puede que con él estuviéramos un poco lentos”.

Del Bosque advierte de que al equipo le quedan “dos finales” para llegar a Brasil

Durante la comparecencia del seleccionador ante los medios de comunicación, en la llegada del equipo a Palma de Mallorca, Del Bosque repitió constantemente un mensaje muy claro: “No estamos clasificados, necesitamos ganar; jugamos dos finales contra Bielorrusia y ante Georgia y así las encaramos”. Por eso, rehuyó hablar mucho de Diego Costa —“buena persona, familiar y noble, reúne los requisitos para estar en la selección española”, dijo— y se hartó de avisar de que hoy pondrá toda la carne en el asador en busca de tres puntos vitales.

Para la penúltima final antes de lograr el billete para el Mundial de Brasil, es probable que el seleccionador se decante por esta alineación: Casillas; Juanfran, Piqué, Ramos, Monreal; Busquets; Xavi, Cesc, Silva; Michu y Pedro.

Al descansar hoy Francia, en caso de victoria España no podrá festejar aún su billete mundialista. En caso de igualdad de puntos se desempata por la diferencia global de goles. Eso sí, de ganar a Bielorrusia a La Roja le bastaría con un empate ante Georgia el próximo martes en Albacete.

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