“Ya los pillaremos”
Un sms de Navarro a José Luis Sáez revela la ambición del grupo de cara al próximo Mundial de España tras un “complicado” Europeo
“Hemos sabido perder, pero seguimos queriendo ganar. Tenemos un nivel competitivo extraordinario”. El presidente de la federación española, José Luis Sáez, resumió el sentir de la delegación española en su discurso de despedida de Eslovenia con el bronce bajo el brazo. Sin grandes alharacas y en un ambiente familiar, la Casa de España, instalada temporalmente durante el tramo final del Eurobasket en el lustroso Hotel Unión de Liubliana, recibió a los jugadores y el cuerpo técnico para honrar la “meritoria conquista” en un “campeonato complicado”, que permite a España mantener una histórica secuencia de metales en la última década.
En un ambiente distendido tomaron la palabra los veteranos del grupo, José Manuel Calderón y Álex Mumbrú, para poner en valor “otra medalla más para la colección” en sus breves pero emotivos parlamentos y también se dirigió a la concurrencia el capitán del equipo, Rudy Fernández. “Ya sabéis todos que aquí el único capitán que hay es Juan Carlos [Navarro], pero para mí ha sido un orgullo representar ese papel en este torneo y se lo agradezco a todos mis compañeros”, contó. Precisamente Juan Carlos Navarro, uno de los grandes ausentes de la convocatoria para el torneo junto a Pau Gasol, Felipe Reyes o Serge Ibaka, fue protagonista implícito de la noche. “He recibido un mensaje que me decía: ‘tranquilo presi, ¡ya los pillaremos!”, reveló Pepe Sáez durante su alocución sin querer anunciar el remitente. Posteriormente, en los corrillos se supo que el autor del ambicioso sms era el escolta del Barça, con la siguiente cita de la selección ya en mente. “Estamos con muchas ganas de Mundial, siempre es ilusionante y más si es en tu país”, refrendó Sergio Rodríguez, ya en Madrid. “Estamos acostumbrados a ganar y eso a veces hace que no valores un bronce lo suficiente. Pero eso también es bueno porque habla de la ambición de este equipo”, apuntó Ricky Rubio.
Con inagotable espíritu ganador, la selección ya mira al Mundial que se disputará el año próximo en España tras sortear desde el podio un campeonato que para el imaginario colectivo se había considerado de transición. “Por salud mental, no he leído la prensa durante el torneo, pero ha habido muchos palos”, repitió Orenga su estribillo defensivo como ya lo había hecho en alguna otra rueda de prensa. “El compromiso del equipo es brutal y se ha demostrado sobre todo cuando las cosas no iban bien. Hemos caído pero nos hemos levantado”, resumió el seleccionador, ratificado en el cargo tras el torneo. “Es el presidente de la Federación quien tiene que decidir si voy a estar al frente del equipo en la Copa del Mundo de 20014. Pero la sensación con la que me vuelvo es de satisfacción tras dos meses de duro trabajo. La respuesta del equipo ha sido tan positiva, que sin ella nos habríamos venido con las manos vacías”, analizó a la llegada de la expedición a Barajas.
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