No todos son lobos de mar
Cada equipo en la Volvo ha de tener en su tripulación dos navegantes menores de 30 años
La regata más dura del mundo es para gente curtida en los océanos, para lobos de mar con muchas millas en el horizonte. Es el perfil que buscan todos los equipos para su tripulación, el de un navegante con la mayor experiencia posible, que sepa a lo que se enfrenta, sin miedo, capaz de emprender todo tipo de tareas en el barco y acostumbrado a encarar riesgos y salir vivo de las peores situaciones posibles. De ahí que estos marineros experimentados y con cicatrices sean los más apreciados... y los más requeridos. De ahí también que la media de edad de un conjunto de la Volvo Ocean Race no sea precisamente la de un equipo de fútbol, por ejemplo.
La organización, no obstante, también piensa en el futuro. Cuando comprobó que la media de edad era por lo general elevada e incluso subía en cada edición, instauró una regla para dar paso a regatistas más jóvenes y formar nuevas tripulaciones. En la pasada edición, tres de los participantes de cada equipo tenían que ser menores de tres años. El número se ha reducido para la próxima, que comienza en octubre de 2014, a dos. En el conjunto español que prepara Pedro Campos, por ejemplo, ya no podrán ser Pablo Arrarte, conocido como Patán, y Antonio Cuervas, Ñeti, benjamines con Team Telefónica en la prueba anterior pero ya séniors.
Roger Nilson cumplió 60 años navegando con el Telefónica Negro
"La Volvo es la regata más dura del mundo, y quizás el deporte más duro, solo comparable al alpinismo. Es una regata extremadamente dura y llena de riesgos. Para este nivel, se necesita mucha experiencia. Y como ese es el principal activo, las edades suben. Como además es un deporte de fondo, puede competir perfectamente gente de 40, 50 o 60 años", cuenta Campos. Y cita el ejemplo de Roger Nilson, que sopló las 60 velas con el Telefónica Negro.
"Ahora tendremos que buscar y entrenar a dos menores de 30. Hay gente, pero hay que formarla. Al ser navegantes jóvenes y fuertes, lo normal es que vayan en la zona de proa", añade Campos. Iker Martínez, por ejemplo, tiene 36 años, los mismos que su inseparable Xabi Fernández, y 42 Pepe Ribes. Están ya curtidos en mil batallas. Ahora les tocará además enseñar a los más jóvenes la aventura de dar la vuelta al mundo.
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