“La esencia de la rapidez”

¿Cómo era Carlos Vela a los 16 años? “Fino, un adolescente tímido, te miraba y estaba a la expectativa, con una velocidad impresionante para correr y disparar, sin necesidad de cargar la pierna izquierda. Veloz mental y físicamente, también en los desplazamientos del balón. La esencia de la rapidez”. Fernando Vázquez, técnico del Dépor, lo entrenó un par de meses en el Celta, pero ya no se olvidó de la estrella de la Real Sociedad, que hoy vuelve a la Champions 10 años después en Anoeta frente al Shakhtar Donetsk (20.45, Canal Plus Champions).

Vela (Cancún, 1989) llegó a Vigo cedido por el Arsenal desde la cima de Perú, proclamado máximo goleador y campeón del mundo sub 17 con México al batir en la final a Brasil (3-0) en un magnífico torneo en 2005, rampa de lanzamiento a su vez para su compatriota Giovani dos Santos. En el Celta no debutó porque, con Baiano, Iriney y Souza, tenía tapadas las plazas de extracomunitarios. “Pero se ganó el respeto de los profesionales”, explica Vázquez, sorprendido por el desarrollo físico de Vela, más ancho y corpulento de lo esperado.

El Arsenal lo mimó hasta enviar a un tutor a Vigo para que lo vigilara, pero Arsène Wenger no lo disfrutó de pleno (11 goles en 62 partidos entre 2008 y 2011). Primero por la falta de un permiso de trabajo en Inglaterra; después por la falta de minutos, tapado por Van Persie, aunque el 23 de septiembre 2008 anotara un triplete ante el Sheffield en un equipo imberbe, con una media de edad de 19 años, la más joven de la historia de los gunners.

Las pachangas se acababan con él. Quien marque, gana. Él cogía el balón y gol" Ziganda

En Londres no fue feliz y se subió a una noria de cesiones. En el Salamanca regaló 15 asistencias y ocho dianas en 2006-07 en Segunda. Un año después, se estrenó en Primera con Osasuna. Lo dirigió Cuco Ziganda. “Sin darse cuenta de lo que tenía dentro, sus condiciones eran bárbaras. Le comparábamos con Messi: zurdito, desde el perfil derecho se iba para dentro y era imparable. Las pachangas se acababan con él. Quien marque, gana. Él cogía el balón y gol. Tren inferior bajo, lleva el balón muy pegadito al pie y es rapidísimo en la finta, el recorte y el tiro”, dice Ziganda. Tras otro breve paso por el West Bromwich Albion, por fin halló un destino a su medida: Anoeta. “Aquí la gente es muy respetuosa y esa armonía me hace disfrutar”, declaró en el diario As. Madridista confeso (Hugo Sánchez en el recuerdo), se duerme “a los cinco minutos” si ve el fútbol por televisión. Prefiere el baloncesto, devoto de LeBron James.

De pequeño compaginó las canastas con las porterías. Sus primeras patadas las dio en el Ko Cha Wolis, de Cancún, con su hermano Alejandro, ahora en el Atlante. Comparten el dorsal 11. Pero el mejor futbolista de México no actúa en La Tri, al borde del precipicio en la clasificación para Brasil 2014. Hasta tres veces se ha negado a jugar con su selección (9 tantos en 35 encuentros) por “razones personales”. En septiembre de 2010 la federación le suspendió seis meses junto a su compañero Efraín Juárez por participar en una fiesta en Monterrey tras un amistoso ante Colombia. Tras la sanción volvió a La Tri pero quedó una herida que ahora trata de cerrar.

Después de tantas vueltas, saborea cada segundo en la Real. El club donostiarra pagó por él cuatro millones al Arsenal en julio de 2012. Correspondió con 14 goles y nueve asistencias. Y un par de tantos preciosos en la previa ante el Lyon. La Real lo necesita para progresar en Europa.

Real Sociedad: Bravo; Estrada, Mikel González, Iñigo Martínez, De la Bella; Markel Bergara, Chori Castro, Xabi Prieto; Carlos Vela, Griezmann y Seferovic.

Shakhtar Donetsk: Pyatov; Srna, Rakitskiy, Kucher, Shevchuk; Hübschman, Stepanenko; Douglas Costa, Teixeira, Taison; y Luiz Adriano.