El último rock and roll del abuelo Mottola

Su corpachón ya no estaba para muchos trotes, pero decidió ayudar a su selección en el Eurobasket apurando sus últimos bailes en la zona antes de colgar las botas. Hanno Mottola es, con 37 años, el jugador más veterano de los que se han puesto la camiseta de tirantes en este Eurobasket. El único de la cosecha de 1976. Un año más que Kerem Gonlum y Todor Gechevski y dos más que los Lakovic, Moors, Nikkila, Kozikaro y Onan. Pero su esfuerzo ha tenido un epílogo cruel. Precisamente el día de su cumpleaños, en el último partido de la primera fase ante Grecia, se rompió los ligamentos de la rodilla derecha. A los cinco minutos de partido se asomó al perímetro para bloquear un ataque de Spanoulis y el base griego resbaló y cayó a plomo contra la articulación. Intento seguir en pista y continuó la jugada, pero el dolor anunciaba algo grave y, a los pocos segundos, acabó retirándose al banquillo.

Huérfanos de su capitán y líder del vestuario, los finlandeses fueron apabullados por Croacia en el siguiente partido (63-88), sin rastro de la selección alegre y competitiva de la primera fase. Sin el aplomo y tutela de Mottola, el mejor jugador finlandés de la historia por categoría y longevidad -se lleva 15 años de diferencia con su compañero Sasu Salin-.

Mottola disputó nueve partidos en la campaña 2002-03 en el Baskonia de Dusko Ivanovic en un periplo que resultó fallido

Ante la escasez de hombres altos, Henrik Dettmann, el seleccionador finlandés tuvo que echar mano de nuevo este verano de su tótem convocándole para su última misión internacional. “Finlandia nos dará problemas, no ganó a Rusia, Turquía y Grecia por casualidad. Es un equipo con muy buenos tiradores como Koponen y Mottola”, apuntó el seleccionador español, Juan Antonio Orenga, ajeno al parte médico en la previa del partido (17.45, Cuatro), equiparando al eterno capitán con la estrella emergente y máximo anotador del equipo. En un país de finos tiradores, los finlandeses acreditaron su solvencia desde el 6,75 en el pasado Europeo de Lituania en 2011. Entonces fueron la tercera selección en porcentaje (39%) y la que más triples promedió en la fase final con 8,8 por encuentro.

Inteligente en el rebote y con buen pulso en el tiro corto, el triple fue siempre una de los alicientes extra en la hoja de servicios de un viejo conocido de la ACB. Mottola disputó nueve partidos en la campaña 2002-03 en el Baskonia de Dusko Ivanovic en un periplo que resultó fallido teniendo en cuenta las expectativas. El pívot, de 2,09m, llegaba a Vitoria tras dos años en la NBA con Atlanta Hawks (donde promedió 4,6 puntos y 2,6 rebotes por partido), que a su vez le habían escogido en la segunda ronda del ‘draft’ después de una notable carrera universitaria con Utah. Las lesiones y los problemas de adaptación le llevaron a marcharse antes de acabar el año del TAU con 8,4 puntos y 3,1 rebotes en su escueto expediente, en lo que fue el comienzo de una heterogénea carrera con parada en numerosos clubes europeos de renombre como Fortitudo, Scavolini, Dinamo Moscú, Zalgiris y Aris.

En el año 2008 anunció que lo dejaba, pero, poco después, sucumbió a las presiones y a su propio gusanillo y volvió al ruedo para jugar en su país con el único propósito de alargar su carrera internacional al frente de Finlandia. “Tras varias temporadas con lesiones y un par de operaciones, realmente siento que estoy sano de nuevo”, relató antes de emprender el reto del Eurobasket de Eslovenia. “La edad es solamente un número, y lo demostraré de nuevo. Llego en mi mejor momento de forma posible y todavía puedo jugar al más alto nivel”, anunció ante las preguntas reiteradas por una ‘jubilación’ que ahora ha llegado de la manera más cruel.

Su misión: ejercer de ‘tutor’ de un grupo descarado que evidencia notables progresos individuales y colectivos. No están en Eslovenia dos talentos como Erik Murphy, ex de la Universidad de Florida y drafteado por los Chicago Bulls; y Emir Sulejmanovic, recientemente fichado por el Barça, que apostó por jugar con Bosnia Herzegovina. Pero eso no ha impedido que, con un juego desinhibido que tiene a Koponen como su mejor exponente, Finlandia se haya convertido en una de las revelaciones del torneo tras una sobresaliente primera fase.

En el año 2008 anunció que lo dejaba, pero volvió al ruedo para jugar en su país para alargar su carrera internacional al frente de Finlandia

La de Eslovenia es la segunda aparición consecutiva en un Eurobasket de esta selección que ha aprovechado mejor que nadie la ampliación de formato hasta los 24 equipos para hacerse un hueco en la primera línea del baloncesto continental. Después de sorprender en el pasado Eurobasket de Lituania venciendo a Bosnia, Montenegro y Georgia, sacó billete para este campeonato tras quedar segunda de su grupo clasificatorio solo por detrás de Polonia.

De la puntería de Sasu Salin y la inspiración de Petteri Kopponen, Gerald Lee y Shawn Huff dependerá que Finlandia prolongue el cuento de hadas que se truncó para Mottola. El punto débil volverá a estar en la falta de centímetros bajo los aros, más aún tras la ausencia del viejo rockero. La España de Marc Gasol intentará aprovecharlo.