El tercer ojo de Nole
Tras sus últimas decepciones, el serbio, que puede perder el número uno, contrata como asesor al exjugador polaco Fibak
El Papa Juan Pablo II sufre en el hospital. Es 1981 y han intentado asesinarle. Las autoridades políticas esperan para verle. El Pontífice, sin embargo, da prioridad a un tenista: mientras los poderosos esperan su turno, hace pasar a su compatriota Wojtek Fibak, polaco que llegó a ser el número diez, que luego entrenó a Lendl y que ahora se estrena en Nueva York como consultor de Novak Djokovic. Fibak es el síntoma de un problema. Nole ha descubierto las dudas y puede perder en el Abierto de EE UU el número uno. Rafael Nadal, que hoy (21.00) debuta con Harrison, amenaza su puesto.
“En los dos últimos torneos [Montreal, donde perdió en semifinales con Nadal, y Cincinnati, donde cedió en cuartos con Isner]”, explicó Nole nada más llegar a Nueva York; “jugué decente”. “Perdí 7-6 y 7-5 en el tercer set, pero en los momentos importantes no encontré esa fortaleza extra que me permitiera estar tranquilo y jugar los tiros correctos”, añadió el serbio, quien, más tarde, refiriéndose a Roger Federer, que a los 32 años compite como el número siete, dejó traslucir algunos de los temores que le corroen a él mismo. “No se puede esperar de uno que siempre esté al máximo nivel. Es normal tener altibajos. Este deporte es muy exigente física, mental y emocionalmente. Este deporte nos lo pide todo, el máximo compromiso desde cualquier punto de vista. Nos da mucho, pero a cambio tienes que trabajar mucho para ser el mejor del mundo”.
Tras sufrir un atentado, Juan Pablo II quiso recibir antes que a nadie a Fibak
La respuesta a esa situación es Fibak, que trabajará junto a Marian Vajda, su técnico de siempre. Nole, sin títulos desde abril, ya comprobó los negativos efectos de la bicefalia en el banquillo cuando embarcó en su equipo a Todd Martin (cambió de saque y se disparó en las dobles faltas) y por eso ahora reparte galones y matices. “Fibak no formará parte del equipo de Novak”, subrayó Edoardo Artaldi, su agente. “Está aquí solo para darle a Marian sugerencias, como consejero o tercer ojo”.
"Conozco a Novak desde que era un niño", le explicó el extenista a este diario; "y ya le he explicado a Rafa que él sigue estando en mi corazón. Trabajeré sobre todo aspectos tácticos y mentales"
Trabajeré sobre todo aspectos tácticos y mentales Fibak, asesor de Djokovic
El campeón del Abierto de Australia 2013 no ha jugado la final de ningún Masters 1000 sobre cemento en lo que va de curso y acumula un puñado de derrotas que fotografían las dudas que anidan en su mente: cedió en Madrid ante Dimitrov, un talento genial aún sin hacer; en Roma ante Berdych cuando dominaba 6-2 y 5-2; o contra Nadal en semifinales de Roland Garros cuando tenía break de ventaja en el quinto. “Está tenso, de mal humor”, describen quienes trabajan con él a diario en los torneos. “Sabe que Rafa sube, y…”, añaden, en referencia a la carga del mallorquín hacia el número uno, que conquistará si ganar el Abierto de EEUU y Nole no está en la final, o si él llega al partido decisivo y el serbio cae antes de los cuartos.
“El nombramiento de Fibak”, opina Emilio Sánchez Vicario, que coincidió en las canchas con el polaco; “demuestra que Novak quiere mejorar los últimos partidos perdidos por falta de foco, de objetivos. Debe querer recuperar eso”. “[La combinación] es una incógnita, pero a veces apostar da resultados, como por ejemplo le ha ocurrido a Murray con Lendl [juntos han ganado dos grandes y un oro olímpico]”.
ORDEN DE JUEGO. Partidos destacados del lunes. R. Nadal-R. Harrison (EEUU). S. Williams (EEUU)-F. Schiavone (It.). R. Federer (Sui.)-G. Zemlja (Esl.). N. Kyrgios (Aus)-D. Ferrer.
Nadal, a por el premio más grande de la historia
En juego está el trono del tenis, pero también la bolsa más abultada de la historia del deporte de la raqueta. Al ganar los Masters 1000 de Montreal y Cincinnati, Rafael Nadal se convirtió en el líder de la clasificación del US Open Series, que recoge los resultados de los cinco torneos veraniegos en Norteamérica, que dominaba John Isner hasta que perdió la final de Ohio contra el español y que ahora puede concederle el mayor botín jamás visto. Si el español se impone en Nueva York, ganará 3,6 millones de dólares (2,7 de euros) gracias a que su papel en la gira previa le proporcionaría un bonus de un millón. Serena Williams opta al mismo premio.
Frente a esa cifra palidecen el resto de cheques para los campeones de los grandes. Ni el Abierto de Australia (1,6 millones), ni Roland Garros (1,2 millones) ni Wimbledon (1,8) se acercan a tan mareante premio, pese a que participan del mismo proceso inflacionista que el Abierto de EEUU desde que los jugadores amenazaron con un plante, si el reparto de premios, especialmente en las primeras rondas, no aumentaba. El torneo de Nueva York, por ejemplo, repartirá 34,3 millones en 2013 (unos 25,6 millones de euros) frente a los 25,5 de 2012 (unos 19).
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