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Guardiola gana con ruido

El Bayern vence al Núremberg, pero su hinchada se impacienta con el exceso de toque

Alejandro Ciriza
Ribéry celebra con Guardiola el primer tanto del Bayern.
Ribéry celebra con Guardiola el primer tanto del Bayern.michael dalder (REUTERS)

Hasta que Ribéry no embocó a la red un centro templado de Lahm y sembró el triunfo del Bayern (2-0) en un desangelado derbi de Baviera ante el Núremberg, el runrún se había asentado en las gradas del Allianz Arena. No acostumbra el hincha del Bayern a ver a su equipo amasar la pelota y le inquieta la horizontalidad, por lo que aún contempla con escepticismo el despliegue del equipo de Guardiola en este arranque de la temporada. En varias jugadas, la grada interpretó que su equipo se excedía en el toque.

Gobierna el Bayern con solvencia, premisa innegociable para los jerarcas del club. Con el triunfo de ayer, ha superado su récord histórico de imbatibilidad al no haber perdido en las últimas 28 jornadas. Sin embargo, la propuesta de juego elaborado de Guardiola aún no seduce a la grada ni tampoco ha terminado de calar en el engranaje de los futbolistas, que el curso pasado arrasaron en Alemania y en el continente con músculo y mucho vértigo en ataque.

Thiago se rompe el tobillo

Thiago Alcántara, mediocampista español del Bayern, de 22 años, sufre una rotura en el tobillo derecho y estará de baja dos meses. Se pierde, por tanto, la Supercopa de Europa del conjunto de Pep Guardiola contra el Chelsea de José Mourinho, el próximo viernes en Praga. Thiago se lesionó en el partido, en el Allianz Arena, frente al Núremberg (2-0). "Vamos a extrañarlo", reconoce el técnico catalán.

Con Guardiola en el banquillo, el aficionado muniqués acude al estadio como si fuera una cena de etiqueta, a la espera de una goleada o una exhibición que aún no han llegado: 3-1 ante el M'Gladbach, 0-1 en Frankfurt y este último triunfo sin brillo.

Invitaba al optimismo el planteamiento del último duelo, con una retaguardia de tres hombres, Mandzukic de nuevo como ariete y, sobre todo, por la presencia de Thiago y Götze de inicio sobre el césped. Virtuosismo y toque en detrimento de la voracidad vertical de Müller, una de las insignias del equipo. Se aguardaba sobre todo la aportación del pequeño Götze, birlado este verano al Dortmund por 37 millones de euros. Una seña inequívoca de la transición hacia la excelencia que se espera de Guardiola. Ramplón y sin ritmo, Götze no consiguió enhebrar en su estreno junto a Thiago, ausente en la primera cita del curso por fiebre y suplente la semana pasada, igualmente errático en la dirección del equipo e incapaz de romper líneas. Con los dos bajitos al mando, el juego del Bayern fue plomizo y previsible.

Con Thiago y el debutante Götze el juego del campéon alemán fue plomizo y previsible

El Bayern no comenzó a carburar hasta que Guardiola metió en el campo a dos estandartes de la verticalidad trazada por su predecesor, Juup Heynckes. Entraron Müller y Kroos para relevar a Thiago y Götze y emergió un Bayern mucho más incisivo, generador de decibelios entusiastas en la grada, desbocado hacia la portería rival. Entró en ebullición. Atinó primero Ribéry, en el minuto 68, y selló después la victoria Robben con un eslalon meteórico en el que se deshizo de tres adversarios y evocó sus mejores pasajes.

Resoplaba aliviado Guardiola, en plena fase de experimentación, enfrascado de lleno en su trabajo de laboratorio, en el proceso de ensayo-error. Múnich le reclama un gran banquete.

Primer traspié del Milan

A. C.

Este sábado, un Calcio deprimido subía el telón con el duelo entre el Hellas Verona, un recién ascendido, y el Milan. El cuadro de Allegri, que la próxima semana se juega su futuro en la Champions en el encuentro de vuelta de la ronda de clasificación ante el PSV, encajó su primer revés (2-1) liguero de la temporada.

Venido a menos, con una plantilla devaluada tras la marcha en los dos últimos años de su vieja guardia, el equipo rossonero logró adelantarse por medio de Poli, pero dos testarazos del veterano Luca Toni (36 años, ex de Bayern y Fiorentina) le enviaron a la lona a las primeras de cambio.

No falló, sin embargo, el último campeón del Scudetto, el Juventus. El equipo de Conte rubricó una victoria por la mínima en territorio del Sampdoria (0-1) gracias a un tanto de Tévez, que culminó una buena triangulación. Con el tiempo ya cumplido, Fernando Llorente sustituyó al Apache y debutó en el campeonato italiano.

En Inglaterra, la tercera jornada deparó el triunfo del Arsenal frente al Fulham (1-3, con tantos de Podolski (2) y Giroud) en el derbi londinense disputado en Craven Cottage y la victoria por la mínima del Liverpool (0-1), merced a un gol de Sturridge, contra el Aston Villa en Birmingham.

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Sobre la firma

Alejandro Ciriza
Cubre la información de tenis desde 2015. Melbourne, París, Londres y Nueva York, su ruta anual. Escala en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se incorporó a EL PAÍS en 2007 y previamente trabajó en Localia (deportes), Telecinco (informativos) y As (fútbol). Licenciado en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Navarra. Autor de ‘¡Vamos, Rafa!’.

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