El Red Bull vale para todo

Arrancó la segunda parte del Mundial de fórmula 1 y las cosas, salvo en alguna contada excepción, siguen más o menos igual que hace un mes. O sea, con Red Bull y Sebastian Vettel, su niño maravilla, dominando el cotarro. El alemán lidera la tabla de puntos con más de una carrera de ventaja (38 puntos más que Raikkonen y 39 más que Alonso), pero lo más preocupante para sus rivales no es eso, sino el tremendo potencial del RB9 que conduce el tricampeón.

La escudería energética posee el monoplaza más equilibrado del momento, y ya no solo porque sus dos pilotos, primero Vettel y después Webber, terminaran la primera jornada como los dos más rápidos del pelotón, con ocho décimas de ventaja sobre Romain Grosjean, el tercero, y más de un segundo sobre Alonso, séptimo.

El bólido diseñado por Adrian Newey es desde hace mucho tiempo el más equilibrado de la parrilla

Resulta que el bólido diseñado por Adrian Newey viene siendo desde hace ya tiempo, por su naturaleza, el que más carga aerodinámica genera, una característica que supone un gran punto a favor en las zonas reviradas. Su punto débil, por llamarlo de alguna forma, podía ser la falta de velocidad en los sectores más rápidos.

Ahora, eso ya ha quedado atrás. Como todas las pistas, Spa se divide en tres sectores. El primero y el tercero son muy rápidos, mientras que el segundo es mucho más lento y sinuoso. Pues bien, mientras Vettel fue el más veloz en las dos zonas más rápidas, aquellas en que la velocidad punta es el mejor de los aliados, Webber marcó el ritmo en la parte central.

La conclusión más clara que se puede extraer de todo ello es que Red Bull tiene coche para todo, y que las vacaciones han sentado de fábula en la tropa de Milton Keynes.