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Mano de entrenador

Tata Martino intenta recuperar poco a poco las virtudes del Barça desde su condición de técnico intervencionista y trabajador

Ramon Besa
Gerardo Martino, en el partido del domingo contra el Levante.
Gerardo Martino, en el partido del domingo contra el Levante.D. Ramos (Getty )

El Barça tiene de nuevo entrenador en la figura de Martino. No es que Vilanova no lo fuera sino que la enfermedad le impidió completar su obra después de una primera vuelta de récord en la pasada Liga. Los jugadores se vaciaron nada más comenzar la temporada con la complicidad del técnico, convencidos de que se imponían resultados para demostrar que el equipo tenía futuro sin Guardiola, y vivir después de rentas. El cáncer debilitó a Tito y el club apostó por una solución transitoria como la de Roura con el beneplácito de los futbolistas. El plantel es tan cómplice como la directiva del mal final que tuvo el curso ante el Bayern. Hubo descompresión y se desatendieron las obligaciones después de un último año ya muy estresante con Guardiola. El cargo de entrenador vuelve a tener sentido con la llegada de Martino. Los futbolistas han vuelto al campo de entrenamiento y a la sala de juego porque reconocen la autoridad del nuevo técnico.

“Hemos recuperado automatismos que se perdieron con el tiempo por la ausencia de Tito”, observó Xavi. “El año pasado entrenamos poco tácticamente”. Aunque Valdés intentó matizar las palabras del volante —“se le ha malinterpretado”—, Alves y Busquets incidieron en la misma línea después de golear al Levante. “Soy un enamorado de los conceptos del Barça y mi deber es recuperar algunas cosas que se dejaron de hacer y los muchachos lo saben”, respondió Martino”. “No quiero ofrecerles nada nuevo. Lo que hoy hacen lo hicieron en su momento”.

Si Messi aprieta como el que más y es sustituido, los demás deben correr y aceptar los cambios

Volvió el equipo a juntarse en campo contrario, la presión fue muy alta y se jugó con intensidad, ambición y dinamismo. Apenas hubo concesiones defensivas y a cambio los ataques fueron frecuentes, rápidos y certeros. Hubo más movimientos de ruptura de los delanteros y el fútbol pareció más rápido y profundo, de menos conducción, frente a un contrario parado y desbordado. “La clave de nuestro éxito ha sido siempre la presión y la hemos recuperado”, precisó Valdés. “Nos viene bien reducir el campo: aprieta la defensa, los delanteros tienen menos campo que recorrer” y los medios llegan antes y mejor.

Una de las novedades que ha introducido Martino es la verticalidad de los centrocampistas. No quiere que bajen a recibir, prefiere que anticipen y saquen el balón los centrales y demanda a los interiores que se arrimen más para dar el último pase. Xavi y especialmente Cesc ganaron protagonismo frente a los laterales al tiempo que los extremos daban amplitud a la cancha. Los volantes penetran más por el centro, son más directos, y aparentemente solo se abre una de las dos bandas.

Hemos recuperado automatismos que se perdieron con el tiempo por la ausencia de Tito”, observó Xavi

También ha cambiado la defensa de las jugadas de estrategia. Ya no se combaten las faltas y los córners en zona sino con marcas individuales. “A mi me gusta más la nueva fórmula”, aplaudió Valdés. “El portero dispone de más espacio”. Martino añadió con sorna: “Y si hubiera un trabajo para que los jugadores pudieran crecer 10 centímetros, lo haríamos”.

El intervencionismo del técnico fue significativo en el trabajo de campo y en la alineación: si Messi aprieta como el que más y es sustituido después de 100 partidos, todos los demás deben correr y aceptar los cambios; si Neymar es suplente, nadie puede reclamar la titularidad; si Iniesta, Alba y Neymar descansan después de un partido de selecciones, a cualquier internacional le pueden afectar las rotaciones. El técnico pretende no perder a los jugadores consolidados y ganarse a los más discutidos como Cesc y Alexis. Desde la seriedad y la proximidad, el entrenador aboga por la cultura del esfuerzo frente al politiqueo. Martino quiere recuperar día a día las cosas que el equipo fue perdiendo poco a poco por circunstancias tan variables y dramáticas como la recaída de Tito. Tata busca la esencia del Barça.

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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