Plácido regreso de Mou

Se le humedecieron los ojos a José Mourinho en algún momento de los 10 minutos de homenaje de la grada de Stamford Bridge a su entrenador, que volvía seis años después."Welcome home, Jose [bienvenido a casa]", "we are the happy ones [nosotros somos los felices]" se repetía en las pancartas mientras los hinchas blues aplaudían al entrenador portugués, de 50 años, antes y durante los primeros minutos del partido. Fue un paseo de un Chelsea muy dinámico ante un Hull City sin ningún encanto. Lampard, de 35 años, no está acabado, como pensaron algunos, sino que se dio un banquete a partir de un tirazo de falta desde unos 35 metros que se comió el portero McGregor. Una especie de folha seca ante la nula respuesta del meta escocés. Mou parece confiar en la vieja guardia, muchos de los jugadores con quienes ganó las dos Ligas en su etapa anterior: Cech, John Terry y Lampard.

Antes, McGregor le había desviado un penalti al propio Lampard, una pena cometida de la manera más absurda por el arquero sobre Torres, al que atizó un puñetazo involuntario cuando este se adelantó de cabeza al balón. Ausente Mata por unas molestias en el cuádriceps, Torres fue el único español titular en los blues: muy preciso y creativo en los pases a sus compañeros, aunque sin opciones de remate. Marcó primero el brasileño Oscar (m. 13) tras un magnífico pase del volante belga De Bruyne, una de las pocas incorporaciones del Chelsea. Y después Lampard de falta (m. 25). Poco después Ivanovic cabeceó a bocajarro y McGregor volvió a absorber todas las cámaras al desviar el cuero desde la misma raya de gol. Entró en acción el ojo de halcón. "No gol", advirtió la pantalla del estadio para advertir a los espectadores de que no había sido gol. El Chelsea levantó el pie en el segundo tiempo y ahorró la goleada al Hull de Steve Bruce. De paso permite el liderazgo del Manchester United, que goleó el sábado al Swansea (1-4).

Soldado se estrena con un gol de penalti que da la victoria al Tottenham

Horas antes de la victoria blue, Soldado se estrenó en la Premier al marcar de penalti el tanto del triunfo del Tottenham en casa del Cristal Palace (0-1). En los spurs no jugó Gareth Bale, peleado con el club porque pretende ser traspasado al Real Madrid, pero sí Paulinho, el centrocampista fichado del Corinthians por 20 millones.