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Tras la estela de Márquez

Pol Espargaró, piloto de Yamaha a partir del año que viene, quiere emular a Lorenzo en su duelo con Pedrosa después de pasar media vida a la sombra del de Honda

Nadia Tronchoni
Pol Espargaró durante el GP de Cataluña.
Pol Espargaró durante el GP de Cataluña.GUSTAU NACARINO (Reuters)

A la vuelta de las vacaciones, después de tres semanas sin carreras de motociclismo, Pol Espargaró (Granollers, Barcelona; 1991) confiesa que sus auténticas vacaciones empiezan ahora, de regreso a los circuitos. “Me encanta estar aquí, rodeado del equipo, subido a la moto es cuando más disfruto. Y si gano, la alegría es doble”. Le preguntan por sus aficiones y, rápidamente, responde: “Cuando no estoy en la moto me muero de ganas por volverme a montar en ella”.

Es un dormilón, una auténtica marmota; y de no ser piloto hubiera sido, dice, veterinario o portero de fútbol. Más tranquilo que su hermano mayor, Aleix, reclama una MotoGP para aquel, con quien se encontrará seguramente en la categoría reina el año próximo, ahora que ya se sabe que correrá con el equipo satélite de Yamaha, el Tech3, a partir de 2014. El acuerdo, sin embargo, lo ha firmado directamente con la fábrica japonesa, lo que hace pensar que será en un futuro no muy lejano piloto oficial. “Es lo que desea cualquier piloto, pero desgraciadamente no depende de mí mientras las dos Yamaha oficiales estén ocupadas”, explica.

Desde que empezaron las negociaciones, en 2012, desde las primeras reuniones, en abril de este año, la espera ha sido dura. “Estaba un poco ansioso, quería que todo acabara, firmar. Y cuando me iban mal las cosas, cuando no llegaban los resultados al principio del curso, Crutchlow –también optaba a un contrato con Yamaha– lanzaba algún comentario incendiario. Te preocupas un poco más, piensas si no estarás cubriendo las expectativas que tenían”, admite. Ahora, está en plena remontada y ataca el liderato de Redding (a 23 puntos). Quiere el Mundial. “Desde que soy pequeño quiero ganar para poder decir que soy campeón del mundo y porque no sé si lo conseguiré en MotoGP, pues es una categoría muy complicada”.

Risueño y amable, amante de los canguros, Espargaró saca el genio tan rápido como olvida los enfados. Es de sangre caliente y buen corazón. Y ha crecido a la sombra del deslumbrante talento de Marc Márquez, dos años menor, con quien ha coincidido desde que ambos no eran más que dos enanos con excelentes habilidades sobre máquinas de dos ruedas. Hasta ahora, el de Cervera le ha adelantado en todo: le ganó el título de 125cc (2010), logró el de Moto2 (2012) y subió a MotoGP un año antes (2013). Pero el pequeño de los Espargaró no se amedrenta.

Marc, explica el rival, ha tenido siempre un entorno más estable. “Eso no lo es todo, porque tiene un talento increíble, pero ayuda”, dice quien tuvo de representante a Dani Amatriaín hasta que este dejó las motos por problemas personales. “Era como mi padre, mi mentor, el que me enseñaba a ir en moto, a comportarme dentro y fuera del box. Y desapareció cuando estaba en mi primer año de Derbi, tenía 16 años. Estuve como un zombiepor el Mundial casi dos años. Los perdí. No evolucioné, no aprendí. Fue un golpe muy duro”.

Después de aquello, en 2010, con los mismos representantes que le han abierto ahora las puertas de Yamaha, luchó por el título de 125cc. “Me devolvieron la confianza que había perdido”, reflexiona. Y cree que no hay nada escrito, que puede volver a luchar cara a cara con Márquez. Y se mira en el espejo de Lorenzo, otro discípulo de Amatriaín. “Esta historia me gusta mucho, porque Dani siempre ganaba cuando Jorge estaba en 250cc y hasta que Dani no subió a MotoGP Jorge no logró un título mundial; y cuando subió a MotoGP arrasó. Marc ya está arrasando, espero que se espere un poco a que yo llegue. Entonces, veremos de qué seré capaz”.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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