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La pesadilla de Kevin López

El sevillano se hunde y no logra clasificarse para la final del 800

A. IRÍBAR
Kevin López, tras su semifinal de 800 m.
Kevin López, tras su semifinal de 800 m.Alberto Estevez (EFE)

Para Kevin López, el mejor ochocentista de España, los Mundiales de Moscú han pasado de gran desafío a auténtico suplicio en solo dos días. Para el sevillano, que había adelgazado tres kilos en relación con la temporada pasada, que había corrido este año estupendamente y que según se acercaba la gran cita mejor se entrenaba, la final era el único objetivo posible. Todo lo que estuviera por debajo sería considerado un fracaso, como lo fue, en cierta medida, no colarse entre los ocho mejores de los Juegos de Londres el verano pasado.

La primera ronda, donde le fallaron las fuerzas y sufrió lo indecible para clasificarse fue el primer aviso. La confirmación llegó ayer en la primera semifinal. La carrera fue rápida, como le gustan al sevillano, pero Kevin López se hundió en la segunda vuelta al estadio y entró en la meta renqueando y a casi 10 segundos, un auténtico mundo, del ganador, el estadounidense Salomon.

Llegó a la cita con la prensa con el gesto serio y las zapatillas azul eléctrico en la mano. “Me he encontrado mucho mejor. He salido como quería y, aunque me he quedado un poco encerrado estaba tranquilo”, ha explicado; “pero en el 450 iba un poco agarrotado y solo podía pensar: ‘me va a dar, me va a dar”. Eran los isquiotibiales. “"Siempre me dan problemas en los entrenamientos, pero nunca me había pasado en competición”, afirmó sin querer poner excusas: “No me importan las marcas. Yo lo que quiero es hacerlo bien en los campeonatos”.

Aunque en Moscú no esté el lesionado Rudisha, la gran estrella de la distancia en los últimos años, el 800 se ha convertido quizás en la prueba más complicada del atletismo. Por el número de aspirantes y por el sistema de selección, que impone tres carreras en cuatro días (la final es mañana). También cayó, aunque no tan estrepitosamente Luis Alberto Marco, que fue quinto en la segunda semifinal (1m 46,75s) y que con el objetivo de la semifinal cumplido hay quien dice que ya piensa en pasarse en el futuro al 1.500, porque en el 800 ya ha tocado techo.

Marco, colega de entrenos de Kevin López, explicaba así la desazón de su amigo: “Le conozco muy bien. Sé que es muy competitivo. No es el hecho de que no haya pasado a la final, sino cómo ha sido, el verse totalmente fuera de la carrera”.

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Sobre la firma

A. IRÍBAR
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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