Cronología de la crono
Está claro que lo que Froome teme son las estrategias, pues tanto en el cuerpo a cuerpo como en la lucha individual se está demostrando imbatible
Por unos momentos, pareció que Valverde encontró al ángel que le guiaba en las cronos hace un tiempo. Ese que se quedó escondido en Saint-Paul-en-Jarez en la Dauphiné 2008, a unos kilómetros —y unos cuantos años— de Chorges, donde terminaba la crono de ayer. Valverde cruzó la meta mejorando el tiempo de Van Garderen en 1m 21s, que a su vez había mejorado el tiempo de Izaguirre, durante mucho tiempo el mejor registro. “Es la mejor contrarreloj de mi vida”, dijo el murciano que no obstante se tuvo que conformar con el quinto puesto.
Una traicionera tormenta veraniega se convirtió durante unos minutos en la clave de la resolución de la etapa; cuando los más fuertes tomaron la salida, el calor del asfalto había conseguido secar en gran parte la traicionera bajada de la Cote de Rèallon, y la lucha volvía a disputarse en igualdad de condiciones.
Y en estas que llegó Purito rebajando el tiempo del murciano en 20 segundos. Tremendo el resultado del catalán que además había cambiado de montura en el punto más alto del recorrido. En un Tour en el que va a más, —“tuve unos Pirineos bastante tristes”, dijo luego—, y en una tercera semana en la que Purito aún tiene mucho que decir —ahora es sexto en la general—, sorprendió el resultado del hombre del Katusha en la que sin duda es la mejor crono que le hemos visto hasta ahora.
Sobre el papel, la etapa del viernes parece propicia para que vivamos una jornada como la que cerró el tránsito por los Pirineos
Pero no tardó en llegar Contador mejorando en un segundo el tiempo del catalán. Ni él ni su compañero Kreuziger —cuarto en la etapa y ahora tercero en la general— cambiaron de bici, cosa que sí que hizo el líder, buscando además de la mejora aerodinámica, un mayor desarrollo en los platos de su bici para afrontar la parte final descendente del recorrido. Ahora los dos hombres del Saxo Bank secundan en pareja las dos plazas restantes del podio, tras desplazar a Mollema —que parece ir en dirección opuesta a la de Purito— a la cuarta plaza. La primera plaza, la de Froome, continúa sin ser amenazada, más bien al contrario, pero está claro que lo que Froome teme son las estrategias, pues tanto en la lucha cuerpo a cuerpo como en la lucha individual se está demostrando imbatible.
Y algo menos de cuatro minutos después, 3m 51s exactamente, llegó Froome pulverizando el mejor registro de Contador. Los cinco primeros en medio minuto exacto; el sexto, Quintana —otro que también cambió la bici—, perdió 1m 11s en una crono que se adaptaba mejor a sus características que la de la semana pasada, a pesar de tener un kilometraje similar.
La carrera sigue muy viva interpretando estas diferencias, a pesar de que las diferencias en la general entre el primero y el resto son inmensas. Pero un vistazo al libro de ruta nos anuncia terreno para las emboscadas en las próximas tres etapas alpinas. Sobre el papel, la etapa del viernes, con dos Hors Category en sus primeros 80 kms. y con más de 200 kms. de recorrido, parece propicia para que vivamos una jornada como la que cerró el tránsito por los Pirineos. Movistar y Saxo Bank parecen dispuestos a repetir el guión, y los compañeros de Froome en el Sky tienen que tener pesadillas con esos dos días. Pero vayamos día a día, y no nos olvidemos de los dos ascensos que aún quedan a Alpe-D’Huez, con el sinuoso —y muy, muy peligroso— descenso al Col de Sarenne intercalado entre ambas. Un camino de pastores que nunca el Tour ha transitado antes, y que puede ser devastador si las previsiones de lluvia se confirman. Veremos…
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