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Una Italia sin defensa

En contra de su historia, la 'azzurra', que ha encajado ocho goles en tres partidos, es el equipo más vulnerable

Buffon, en un entrenamiento.
Buffon, en un entrenamiento.S. MORAES (REUTERS)

“La defensa es un gran problema”, reconoce Cesare Maldini, seleccionador de Italia entre 1996 y 1998, “pero no por la elección del entrenador [Cesare Prandelli], sino porque no hay grandes defensores en el calcio”. Lo dice el que fue zaguero del Milan y del Torino desde mediados de los cincuenta hasta finales de los sesenta y, sobre todo, el padre de Paolo, el mejor defensa italiano de todos los tiempos. “Solo salen mediocampistas y atacantes de 18 años, y los defensas no crecen”, remata Maldini, de 81 años.

Italia ha encajado ocho goles en los tres partidos de la primera fase de la Copa Confederaciones, algunos tras fallos en las cesiones al portero (primero de Barzagli ante México y después de De Sciglio frente a Japón). Su línea de cuatro —formada por Abate (lesionado y reemplazado por Maggio), Chiellini, Barzagli y De Sciglio— ha sido la segunda más débil del torneo. En los últimos 15 años, desde el Mundial de 1998, Italia nunca había encajado más de cinco tantos en sus nueve participaciones internacionales. Y si exceptuamos la anomalía de Tahití, la azzurra ha recibido más remates a portería que ninguna otra selección (20), muy alejada de la seguridad de España (cinco). Es algo contracultural en Italia, que siempre intimidaba desde su retaguardia. En torno al ya cuarentón arquero Dino Zoff, los Bergomi, Scirea, Gentile y Cabrini ganaron la Copa del Mundo de España 82 ante Alemania. Infundían respeto. “Italia no ha llegado en forma a la Confederaciones, no está entre las mejores”, opina Zoff, preparador azurro entre 1998 y 2000, “pero este torneo es casi amistoso. Y la defensa ha estado bien en la clasificación para el Mundial de Brasil 2014, sobre todo los del Juventus”. “Los jugadores no saben marcar”, se queja Gentile como una carencia generalizada, “dejan al delantero que se gire, se dé la vuelta y encare con todas las ventajas”.

Exceptuando a Tahití, la azzurra ha recibido más remates que ninguna otra selección 

En algo coinciden Maldini y Zoff: en salvar a Buffon. El meta del Juventus, de 35 años y 131 veces internacional, ha perdido parte de la agilidad que le caracterizó, pero los dos exseleccionadores confían en su reacción. “Es un magnífico portero, solo tuvo un día difícil frente a Brasil”, dice Maldini. “Los porteros, a veces, no están en forma, pero veremos mañana si puede reaccionar”, añade Zoff. El propio Buffon se disculpó por el tanto de falta de Neymar. “No debería haber entrado por mi palo, pero no lo pude ver golpear el balón. No estoy acostumbrado a encajar tantos goles”. “Ocho goles a estas alturas es muchísimo”, terció el central Chiellini. “Hemos recibido algunos imperdonables a balón parado. No es un problema de la defensa sino de todo el equipo”, abundó el central juventino.

El cambio de estilo en Italia, desde la llegada de Prandelli en 2010, mucho más ofensivo, no ha encontrado el equilibrio. Es un equipo muy marcado por la presencia del mediocentro Pirlo, de regreso frente a España tras ausentarse por lesión ante Brasil. Italia quiere defenderse con el balón, pero, como bromeó ayer Prandelli, “ante España necesitas dos balones”. Sus centrocampistas carecen de la calidad técnica de los españoles. Y tampoco hay defensas de la jerarquía de los Maldini, Facchetti, Burgnich, Scirea, Gentile, Cabrini, Baresi, Nesta, Costacurta o Cannavaro. Es extraña esta Italia sin una defensa que acompañe su historia.

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