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El hasta luego de Senna

Tras 11 años en el Villarreal, el hispano-brasileño se marcha a jugar a EEUU y el club le reserva un puesto futuro

Senna y el presidente del Villarreal, Fernando Roig.
Senna y el presidente del Villarreal, Fernando Roig.ANGEL SANCHEZ (DIARIO AS)

La puerta 19 del estadio El Madrigal lleva su nombre. Es el tributo que el Villarreal le concedió por su fidelidad al equipo castellonense tras una década de servicios. “Llevo 10 años en este club en el que he tenido muchas alegrías. Tan solo quiero decir que llegué en 2002 y el equipo estaba en Primera, por lo que no quiero irme de aquí con el Villarreal en Segunda”. Y Marcos Senna (Sâo Paulo, Brasil, 1976) cumplió con su promesa pronunciada un año atrás. El Villarreal ha retornado a la élite.

Y en la misma puerta que se comprometió a devolver al Villarreal a Primera, Senna se ha despedido del club en el que ha militado en las 11 últimas temporadas, el que le dio la oportunidad de jugar en Europa, que le llevó la selección española tras nacionalizarse, con la que disputó el Mundial de Alemania 2006 y se proclamó campeón de Europa en 2008, siendo uno de los mejores jugadores del torneo y 27 veces internacional. “Jamás pensé en triunfar aquí y mucho menos en la selección española. Ha sido inolvidable”, dijo Senna. El futbolista que en su madurez futbolística renunció a suculentos contratos por seguir de amarillo. Y que vivió el crecimiento del admirado Villarreal que alcanzó unas semifinales de Champions en el 2006 y dos participaciones más. “Lo mejor han sido las competiciones europeas y lo peor, el descenso”, recordaba Senna.

Mi corazón es amarillo. Es un hasta luego. Tornaré [volveré] Marcos Senna

En la puerta que llevará su nombre por siempre, Marcos Senna dijo adiós al equipo de su vida, en el que ha disputado 363 partidos, más que nadie en la historia del Villarreal. “Gracias Marcos. Eres un hombre de palabra y has cumplido devolviendo al Villarreal a Primera. Cuando tú quieras tendrás las puertas abiertas”, fue la primera frase que pronunció el presidente, Fernando Roig, en la despedida de Senna mientras le entregaban una camiseta del equipo en cuya espalda se leía “gracias capitán”. No queda claro si el Villarreal le ofrecía seguir jugando al fútbol o Senna tenía ya la decisión de marcharse como se deducía de sus palabras. “Ahora tengo que vivir otra experiencia en un país que me apetece conocer”.

El club le ofrecía un cargo en el organigrama del club. Pero Senna, a punto de cumplir 37 años, aún se siente futbolista y se marcha a EE.UU, con toda seguridad a Nueva York, al Cosmos que se dio a conocer a finales de los años setenta del siglo pasado al contratar a Beckenbauer o Pelé, dos de los futbolistas que figuran en el Olimpo de la historia del fútbol. Se va Senna para regresar. “Es un hasta luego. No le he pedido al presidente un puesto en el club para el futuro", imperó Senna.

El idilio de Senna con el Villarreal se fraguó en el verano del 2002. José Manuel Llaneza, vicepresidente del Villarreal, por aquel entonces consejero delegado y el hombre de las negociaciones, marchó a Brasil en busca de un delantero centro del Sâo Caetano. Y se encontró con un centrocampista total. Y llamó a Fernando Roig y le dijo que no iban a fichar al delantero, sino a un jugador que era un calco de Mauro Silva. “Quiero agradecer a José Manuel Llaneza el que fuera a por mí”, no se olvidó Senna de su descubridor. Y Roig creyó a Llaneza y por 600.000 euros se hizo con el futbolista brasileño, que en sus dos primeras temporadas sufrió sendas lesiones de ligamentos que le dejaron año y medio fuera de los terrenos de juego. Pero Senna se rehízo y fue partícipe de un Villarreal soñado. “Cuando fiché no conocía Europa, solo muy poco de España y llegué con mucha ilusión. Lo primero que vi es que el club tenía una gran estructura y que tenía ganas de crecer, que en esos momentos luchaba por mantenerse en Primera. Después llegó la UEFA, la Champions…, fui a la selección española, me proclamé campeón de Europa…”, recordaba Senna a El País a punto de iniciar su décima temporada en España.

Ahora Senna dice adiós temporalmente a un Villarreal que ha dejado donde quería. Entre los mejores. “Mi corazón está con vosotros, el Villarreal es mi familia. Mi corazón es amarillo. Es un hasta luego. Tornaré [volveré]”. En el Villarreal ya le esperan.

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