Barça, un perfil nuevo para un desafío extremo

El Barcelona Regal se ha plantado en la casilla final de la Liga por séptimo año consecutivo después de haberse sometido a varios retoques e implantes en su plantilla durante los últimos cinco meses. Las bajas de Mickeal y Jawai han puesto a prueba el poder de reacción de Joan Creus en los despachos y de Xavier Pascual en el banquillo. Entre ambos han modificado una parte del contingente y el técnico de Gavà, además, ha variado algunos papeles del reparto en un equipo que afronta un desafío extremo, superar el Madrid pese a tener el factor cancha en contra.

Rabaseda y Wallace han pasado a ser habituales en el quinteto titular; Lorbek, a salir desde el banquillo y a ocupar una posición más interior; y Mavrokefalidis, a ganarse minutos de juego sin apenas haber dispuesto de tiempo para adaptarse desde que fue fichado el 17 de mayo, en un momento en que también Wallace causó baja por una lesión en un codo y Todorovic sufrió problemas en un dedo. En definitiva, el Barcelona que se planta ante el Madrid es un tanto diferente al que derrotó en la final a cuatro (74-67), aunque, por supuesto, no en lo básico.

Mavrokefalidis, de 28 años y 2,11 metros, considera una ventaja el hecho de haberse incorporado poco después de disputar su último partido con su anterior equipo, el Spartak de San Petersburgo. Más allá de su bagaje en la Liga Endesa -“hace seis o siete años con el Pamesa Valencia fue un poco complicado porque era muy joven y solo jugué unos partidos desde febrero”-, el pívot griego se atiene a otra ventaja: “Tenía experiencia en jugar para grandes equipos, como el Olympiacos. Sabía qué me exigía el Barça y qué podía darle”. Por el momento promedia siete puntos, tres rebotes y 14 minutos en los siete partidos que ha disputado. “Su papel es diferente al de Jawai, su juego es distinto, más versátil en la posición de cuatro-cinco”, afirma Creus.

Las bajas de Mickeal y Jawai han puesto a prueba el poder de reacción de Joan Creus en los despachos y de Xavier Pascual en el banquillo

La lesión de Jawai y la incorporación de Mavrokefalidis han incidido en el cometido de Wallace y Lorbek. El estadounidense, ahora titular, asume más protagonismo y es el máximo reboteador del equipo en los playoffs, un aspecto del juego que debía ser reforzado por las ausencias de Mickeal y Jawai. El esloveno, en una temporada muy irregular, ha perdido protagonismo en algunos encuentros, ha estado por debajo de los 18 minutos en la serie ante el Gran Canaria, pero en otros, como en los dos últimos ante el Bilbao jugó una media de 30 minutos y fue decisivo.

Durante los últimos partidos, Pascual dispone un quinteto titular en el que Rabaseda ocupa la posición de tres que dejó vacante Mickeal, tras causar baja el 23 de marzo y serle diagnosticado un tromboembolismo pulmonar del que se está tratando en Estados Unidos. Pese a salir como titular, el jugador de la cantera azulgrana ha dispuesto de menos de diez minutos en cada uno de los tres últimos partidos ante el Gran Canaria. En ello ha influido el buen momento por el que atraviesan Ingles y Oleson.

El alero de Alaska llegó al equipo a finales de enero para reforzar una posición en la que Navarro solo acumuló 19 minutos en los dos primeros meses y medio del año debido a una fascitis plantar. El capitán azulgrana parece haber olvidado la lesión en unos playoffs en los que es el que más ha estado en cancha, con una media de 24 minutos y 13 puntos. Lo más preocupante de los últimos partidos ha sido el inesperado apagón de Tomic en la serie semifinal ante el Gran Canaria. Frente al Madrid, se plantará un Barcelona diferente al de los cinco clásicos disputados esta temporada, los dos últimos, en la Liga (78-75) y en la final a cuatro (74-67), ganados por el equipo de Pablo Laso.