Isco quiere jugar

Francisco Román Alcorcón Suárez, Isco (Benalmádena, 1992), se sentía ayer el centro del universo, pretendido por dos de los grandes, el Real Madrid y el Manchester City, dispuestos a pagar su cláusula de rescisión al Málaga, de 35 millones. A la espera de quién le ofrece un futuro mejor. El City, a través de su próximo entrenador, el chileno Manuel Pellegrini, cuya contratación por los citizens se hará oficial la próxima semana, le ofrece la fidelidad del técnico con quien ha despegado en sus dos primeros años de profesional en el Málaga. Jugaría junto a Silva y Nasri en un centro del campo muy del gusto del preparador chileno, siempre partidario de la técnica en la confección de su plantilla. Pellegrini y el director deportivo del City, Txiki Begiristain, hablan el mismo idioma. “Pellegrini ha sido mi padre futbolístico y sé que él me quiere y por supuesto que me gustaría seguir con él”, dijo ayer el jugador.

Isco no podía ocultar su felicidad, concentrado con la selección española sub 21 en Las Rozas, preparando el inminente Europeo de la categoría en Israel. “El Madrid es uno de los mejores clubes del mundo, pero mi prioridad es jugar”, agregó Isco, conmovido todavía por la despedida el día anterior de la hinchada del Málaga, que le ganó al Dépor (3-1) con un golazo de Isco, presumiblemente el último de los 17 tantos y 10 asistencias en sus dos años en la Rosaleda. Ayer estaba tranquilo. Se deja querer: “Prioridad, ninguna. Depende de las ofertas y de muchas cosas. Habrá que pensarlo todo bien”.

Me gustaría mucho seguir con Pellegrini. Ha sido mi padre futbolístico, me lo ha dado todo"

Ese pero al referirse al Madrid le acercaría al City, aunque no hay nada decidido. “Tengo dudas porque quiero jugar, sea donde sea, y eso es lo más importante para mí. No quiero lamentar después no gozar de minutos”. Para convencerlo, Pellegrini le ha dicho que, en el Madrid, jugaría poco por la presencia de Modric y Özil, de un perfil parecido. Pero la probable llegada de Carlo Ancelotti al banquillo blanco le abriría al fichaje nuevas expectativas. El italiano siempre apostó por el mediocampista de talento, artífice como fue de reubicar a Pirlo en la posición en la que se convirtió en un referente mundial: de mediocentro, abandonando su antigua ubicación en la media punta.

Mientras, el Valencia todavía lamenta haber perdido a Isco, formado en su escuela, desde 2006 con 14 años hasta 2011, cuando el Málaga pagó su cláusula de rescisión: seis millones. Para justificar la pérdida, la entidad de Mestalla le acusó de soberbio, de lento y hasta de tener el culo demasiado gordo. Hoy, dos clubes de alcurnia están deseando pagar 35 millones por él.