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“No es nada divertido corretear detrás de alguien”

Los dos zagueros hablan de fútbol y compañerismo, de táctica y Espanyol, antes de que el equipo se bata con el Barcelona

Moreno y Colotto, en el estadio de Cornellà.
Moreno y Colotto, en el estadio de Cornellà. vicens giménez

En el campo se entienden con monosílabos. Fuera de él, se extienden en sus conversaciones, buenos amigos como son. Diego Colotto (Córdoba, Argentina; 1981) y Héctor Moreno (Culiacán, México; 1988) son los centrales del Espanyol, los pies que sacan el cuero, las voces que ordenan líneas y el penúltimo muro, tan útil para reactivarse tras un inicio de temporada desastroso, ahora salvado. El martes pasado, México citó a Moreno para la concentración de la Copa Confederaciones, por lo que no jugará más con el Espanyol. Al menos, en esta temporada. Colotto y el equipo le echarán en falta, sobre todo porque mañana se baten con el Barça.

Colotto. Cuando llegué al Espanyol, tuve claro que debía adaptarme al grupo. Pero contigo surgió fácil; soy un mexicano más porque viví allí cuatro años y tenemos amigos mutuos.

Héctor Moreno. México nos unió. Recuerdo que nos caímos bien desde el primer día. Aunque eso, deportivamente no influye, ¿no crees?. Siempre he pensado que te puedes llevar mal con alguien y si al final haces tu trabajo, pues todo va a salir bien.

C. Pero mejor crear pequeñas sociedades que den grandes resultados. Lo importante es saber qué virtudes tenemos para así esconder los defectos. En ese sentido, nos ayuda que no juguemos con la trampa del fuera de juego, sino que siempre mantenemos la línea. Y eso es sencillo; si el balón viene de la derecha marcas tú la línea por ser el que va de cara. Y al lado izquierdo, al revés.

Cortar o anticiparme da satisfacción, pero no divierte" Diego Colotto

H. M. Y basta con soltar unas palabras puntuales.

C. Ya sabes: ¡izquierda! ¡derecha! ¡adelante! ¡atrás! ¡paráte!…

H. M. Sobre todo tú…

C. Sí, me gusta hablar. Pero me sufren más los mediocentros; me agarro con Forlín y Raúl [Baena].

H. M. Nosotros no nos agarramos porque nos decimos los errores a la cara.

C. ¡Si tú no fallas! Eres zurdo, lo que le da un plus a la posición, sabes sacar balón, internacional, vas bien por arriba y hay pocos con tu proyección en la Liga. Tienes la edad para ir a un equipo más grande todavía.

H. M. Sigue, sigue… No, en serio, yo a veces tengo la sensación de que te equivocaste de posición por cómo sales driblando, cómo bajas la bola con el pecho… Eso es muy difícil para un defensa. Incluso haces chilenas. ¡Eres un auténtico delantero!

Colotto y Moreno, en uno de los pasillos del estadio de Cornellà.
Colotto y Moreno, en uno de los pasillos del estadio de Cornellà.vicens giménez

C. En otra vida…

H. M. Hombre, yo tengo que estar alerta a tus subidas. Aunque confío bastante en Juan [Forlín], que llega y ¡mete una patada!

C. Sí, sí, menos mal que tenemos a Juan. Pero no te quejes tanto, que salgo según los momentos. Cuando fuimos a Granada con nueve puntos y tan hundidos… ¡A ver quién se ponía a driblar ahí! Al final, el central debe ser inteligente y en un mismo partido puede buscar patada al espacio y, en la siguiente jugada, darla en corto.

H. M. Aunque Aguirre se dio cuenta de que no podíamos perder tantos balones tontos. Y ya te digo que ese no es su estilo; en la selección [México] nos obligaba a sacarla con toque.

C. Pero ahora probamos más cosas. Es lindo tener el balón.

H. M. Lo que pasa es que eso contra el Barça es muy difícil. En esos partidos tocas poco balón. Y, sinceramente, no es nada divertido corretear detrás de alguien. Nada de nada.

C. Sí, la verdad. Es horrible. A mí lo que me divierte es ver jugar a mis compañeros. No cortar o anticiparme. Eso da satisfacción, pero no diversión.

Nos gustan los córners a favor porque no miramos hacia atrás y podemos marcar esos goles que prometemos" Héctor Moreno

H. M. Por eso nos gustan los córners a favor, porque no miramos hacia atrás y podemos marcar esos goles que tantas veces prometemos a la familia…

C. Pero llevamos los mismos goles, ¿eh? Empatados a dos. Pero ni con esas nos picamos. Ni siquiera recuerdo que me hicieras una novatada…

H. M. ¡Pero cómo te la voy a hacer si tienes 10 años más que yo! Por cierto. De amarillas también estamos empatados… ¿Ves porque no me pongo a tu lado en el bus? Eres muy pesado…

C. Nos tenemos que separar para extrañarnos un poco. Y ahora seguro que te extrañaremos.

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