Gibraltar mete un gol a España

Una de las federaciones de fútbol más antiguas del mundo, constituida allá por 1895, ha logrado la victoria más importante de su historia. El punto final a un partido que comenzó en 1997 y que se ha prolongado 16 años. Gibraltar ya es miembro de pleno derecho de la UEFA. O lo que es lo mismo, los equipos del Peñón podrán luchar por clasificarse para la Liga Europa y la Liga de Campeones a partir de 2014, y su selección, formada prácticamente por jugadores amateurs, estará en el sorteo de clasificación para la Eurocopa de 2016. Será uno de los chollos para las grandes selecciones, salvo para La Roja.

Nada más conocerse la admisión de Gibraltar, que se aprobó solo con el voto en contra de España y Bielorrusia —“no tenemos ni idea de lo que podían tener en contra”, comentaba sobre los segundos el presidente de la federación gibraltareña, Gareth Latin—, la UEFA garantizó que no habrá enfrentamientos contra España, que reclama la soberanía del Peñón desde que se lo cedió a Inglaterra en el tratado de Utrech (1713). Una norma no escrita que ya se adoptó anteriormente para evitar duelos entre Armenia y Azerbaiyán o entre Rusia y Georgia. “La admisión no puede ser utilizada con fines políticos”, aseguró el secretario general de la UEFA, Gianni Infantino.

Solo la federación española y Bielorrusia votaron en contra de la admisión

Si el organismo europeo, que se opuso al ingreso de Gibraltar desde que lo solicitó por primera vez en 1997 —hace seis años, en la última votación, similar a la de este jueves, solo tuvo el respaldo de las federaciones británicas— ha cambiado de parecer se debe, en gran medida, al laudo que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) dictó en agosto de 2011, que obligaba a incluir al Peñón como miembro. El argumento del TAS se centraba en que la solicitud de Gibraltar se hizo en base a los estatutos en vigor de 1997. Los actuales, modificados en 2001, dejan bien claro que para ser miembro de la UEFA es condición sine qua non ser reconocido como Estado de la ONU. El pasado diciembre, después de que el Comité Ejecutivo de la UEFA admitiera a Gibraltar como miembro provisional, Michel Platini, presidente del organismo, recordó que la normativa de 2001 pretende evitar que se trate “el tema de Kosovo o Cataluña”.

Mientras la federación española guardaba silencio sobre la inclusión de Gibraltar en la UEFA, el Consejo Superior de Deportes (CSD), organismo al que remitió el Ministerio de Exteriores, comentó que se trataba de “una decisión esperada, una consecuencia ineludible del laudo del TAS”. No en vano, Gibraltar disputa desde esta temporada las competiciones de fútbol sala. “La UEFA ha pedido que no se instrumentalice la admisión de Gibraltar, que no se mezclen asuntos deportivos y políticos, por lo que han garantizado que no habrá enfrentamientos con España”, incidieron desde el CSD.

La admisión de la colonia británica en la UEFA, sin embargo, no es extensible al organismo que rige el fútbol mundial. Un portavoz de la FIFA aseguró que no existe opción alguna de que la colonia pueda participar en una fase de clasificación para un Campeonato del Mundo al no ser un país reconocido por Naciones Unidas. “No se vislumbra que fuese a haber un cambio en los estatutos; desde luego, no está en la agenda del Congreso de la próxima semana”, añadió este portavoz.

El lenguaje burocrático que empleaban todos los organismos afectados lo rompió la federación de Gibraltar. Su presidente, Gareth Latin, rebosaba entusiasmo al otro lado del teléfono. “Hemos conseguido dar a nuestra gente la posibilidad de disfrutar de una oportunidad muy grande”. Latin asegura que el 10% de la población gibraltareña (unos 30.000 habitantes) está compuesta por jugadores, entrenadores o, en definitiva, personas vinculadas al mundo del fútbol.

La selección es amateur, hay 650 licencias séniors y seis equipos en Primera

Si el laudo de 2011 del TAS ha resultado crucial, no menos importancia tiene la campaña Team 54 (ahora es el miembro 54 de la UEFA) que hace poco más de un año puso en marcha la longeva federación para darse a conocer, y que le ha llevado a reunirse con unas 30 federaciones europeas en los últimos cuatro meses.

En esos encuentros les comentarían, a buen seguro, que de ser admitidos tenían la intención, como se ha confirmado, de construir un nuevo estadio en la zona de Punta Europa, la más meridional del Peñón. Sustituirá al actual Victoria Stadium, con capacidad para 5.000 espectadores, que acoge todo los partidos de Liga y los encuentros, amistosos, de una selección que debutó, con derrota, ante el Sevilla, en 1923, que llegó a empatar (2-2) contra el Real Madrid en 1949 y cuyo mayor éxito ha sido la victoria en marzo de 2011 ante Islas Feroes (3-0). Aunque el presidente Latin se niega a destacar a ningún jugador —“la estrella es todo el equipo”, clamaba desde Londres— Liam Walker, del Portsmouth (ahora en la Tercera División inglesa), es la gran estrella del combinado. Al fin y al cabo, por algo es su único jugador profesional.

El cuadro que dirige Allen Bula se nutre principalmente del Lincoln, campeón desde hace 10 años de una Premier en la que solo participan seis equipos; la Segunda División la componen 10. A grandes rasgos, Gatlin cifra en 650 el número de licencias de jugadores séniors y en unas 700 las juveniles.

La influencia británica, de los militares mayormente, explica la llegada del fútbol a Gibraltar, que constituyó a su primer equipo, el Prince of Wales, en 1892. Han pasado 121 años desde que empezara a rodar el balón. El tiempo que ha necesitado El Peñón para conseguir su triunfo más importante. Porque como insistía Latin: “Nosotros no hablamos de conflictos políticos, solo utilizamos el lenguaje del fútbol, el más universal”.