Nadal, frente a un cuadro lleno de trampas

"Amo este sitio", dice Rafael Nadal cuando se presenta en el Museo de Roland Garros para el sorteo del cuadro del torneo, que arranca el domingo (Canal+). "Estoy feliz de estar de vuelta", añade el heptacampeón, que levantó la Copa en 2012 tras derrotar al serbio Novak Djokovic en la final. "Feliz de estar sano para jugar de nuevo".

Con la rodilla izquierda siempre en mente, el mallorquín, que es el tercer cabeza de serie, observa cómo se conforma un cuadro lleno de trampas. Si se impone la lógica del ránking, este sería su camino hacia el título: debut contra el alemán Brands, que es el número 60 y viene de firmar una correcta gira de arcilla; el japonés Nishikori, verdugo en Madrid de Roger Federer, en octavos; el local Richard Gasquet, en cuartos; y jugaría unas hipotéticas semifinales contra Djokovic. Por el otro lado del cuadro, el suizo y David Ferrer podrían enfrentarse por el pase a la final.

El alicantino debutará contra el australiano Matosevic, un pegador; Federer, contra el prometedor español Pablo Carreño y el serbio contra el belga Goffin, liviano jugador de gran talento y poca continuidad. El número uno mundial también tiene un horizonte interesante: en tercera ronda le esperaría el búlgaro Dimitrov, que le eliminó en una noche furiosa en el Masters 1000 de Madrid.

"Y contra Djokovic no juego en primera ronda", se sonrió Nadal en rueda de prensa cuando le pidieron que valorara el sorteo, subrayando que debería enfrentarse a su gran rival antes de la final. "Si uno de los dos no es el número uno o el número dos del mundo [Nadal es el cuatro], estas cosas pueden pasar. Los dos sabemos que tenemos un duro camino antes de enfrentarnos".