La IAAF, preocupada por la imagen del atletismo
La repercusión social y política que ha tenido en España la revelación del caso de Domínguez ha provocado malestar en la asociación
El caso de Marta Domínguez no es sino uno más de las decenas de pasaportes biológicos sospechosos que, según fuentes conocedoras, mantiene la federación internacional de atletismo (IAAF) en manos de los expertos. Sin embargo, la repercusión social y política que ha tenido en España la revelación, su valor simbólico pese a tratarse de una atleta al borde de la retirada, ha provocado malestar en las oficinas de la IAAF en Mónaco, donde, revelan algunos trabajadores, puede más la preocupación por la imagen del atletismo que la satisfacción por la limpieza de que se lleva a cabo. Así, la segunda preocupación ayer en Mónaco era dar con el origen de la fuga de la noticia.
“No comment”, fue la única frase que salió ayer de los portavoces de la IAAF, un organismo que vive con preocupación la crisis mediática y publicitaria de su deporte, sus dificultades para lograr que su competición estrella aparte de los Mundiales, la Liga de Diamante, arrastre al público y genere suficientes ingresos. Precisamente por eso, este año la IAAF había emprendido una gran campaña de mejora de imagen del atletismo más allá de su estrella Usain Bolt, buscando imprimir un look más glamouroso a sus figuras y la atención de un público más joven.
Compartiendo esta preocupación, otros expertos más críticos prefieren subrayar la contradicción intrínseca de que el organismo encargado de promocionar un deporte sea también el responsable de garantizar su limpieza de dopaje. Según esta tesis, la contradicción se resuelve generalmente a favor de la propaganda. La IAAF solo actúa contra el dopaje, dicen, cuando se ve obligada por presiones mediáticas, políticas o sociales. Y un experto en la materia pone como ejemplo el caso de Marta Domínguez, justamente, recordando que, según lo que había podido saber, la IAAF ya conocía en 2009 las irregularidades hematológicas de Domínguez, cuya hemoglobina bajó de 15,8 en agosto a 12,8 en octubre. ¿Por qué no actuó hasta ahora?
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